La ex presidenta Cristina Fernández les hizo un pedido más que importante a los intendentes que la escuchaban atenta en el salón del Instituto Patria. Les encomendó la misión de que vayan a hablar con sus pares y con los dirigentes que integran el espacio de Florencio Randazzo, que ya definió que no van a esquivar las PASO. La apuesta sigue siendo armar una lista de unidad, incluso con los más altos lugares para el ex ministro. Pero del otro lado no quieren saber nada. Si bien no se mostró convencida, les anunció que evalúa ser candidata. «Si me lo piden, voy a ser candidata», les dijo.

Por lo pronto, ayer pudieron encontrarse cara a cara los intendentes que había reclamado hablar con ella de manera directa. Por lo pronto, la lista de unidad incluiría a todos los sectores, con el lugar que Randazzo pida. A los jefes comunales les pidió que conformen un solo grupo.

Por su lado, dio indicios de su propia candidatura en un tono que no fue concluyente. Aseguró que si no queda otra mejor opción, asumirá la postulación, pero aclaró que no es lo que más la motiva.

Por su parte, los intendentes también pidieron. Exigen independencia para armar las listas en los distritos. Hasta ahora, la lista la armaba el intendente y Cristina pedía uno cada dos. Fuentes partidarias adelantaron a Tiempo Argentino que se va a repetir de esa manera, en los distritos desde donde gobiernan. Pero ahora los intendentes están pidiendo tres para ellos, y nada para La Cámpora.

La negociación también se empantanó un poco en la boleta de senadores provinciales de la primera sección electoral, pero apuestan a que se resolverá más temprano que tarde.

Ahora está en manos de los intendentes la posibilidad de entablar un diálogo con los dirigentes randazzistas. Sin embargo, todos los jugadores entienden que el problema no es el armado de la lista, sino la conducción del movimiento, y por eso es que Randazzo quiere diferenciarse y tener capacidad de maniobra propia.

Desde el espacio cristinista argumentan que un enfrentamiento interno aunque tome la forma de duelo de señoritas, beneficia al gobierno de Mauricio Macri. También reconocen que virulencia que tomó la campaña del 2015 no fue beneficioso a la hora de los resultados electorales. Pero incluso, si se hace una campaña de debate cuidado, de igual modo «son horas de radio tele portales y diarios destinando a no contar los problemas de la gente que genera el gobierno de Macri y estás hablando entre los tuyos».

A su vez, los intendentes que no fueron son centrales en esta negociación. No estuvieron Martín Insaurralde de Lomas de Zamora, ni Gustavo Menéndez de Merlo, ni Leonardo Nardini de Malvinas Argentinas, ni Ariel Sujarchuk, ni Mariano Cascallares de Almirante Brown, todos partidos numerosos cuyos jefes comunales estuvieron en la tentación de ser parte también del armado de Randazzo.

Sí se encontraban Verónica Magario (La Matanza), Juan Mussi (Berazategui), Jorge Ferraresi (Abvellaneda), Francisco Durañona (San Antonio de Areco), Juan Ustarroz (Mercedes), Walter Festa (Moreno), Mario Secco (Ensenada), Pablo Zurro (Pehuajó), Anibal Regueiro (Presidente Perón), Alberto Conocchiari (Leando N. Alem), Gustavo Cocconi (Tapalqué), Santiago Maggioti (Navarro), Gustavo Barrera (Villa Gesell), Oscar Ostoich (Capitán Sarmiento), Mauro Poletti (Ramallo), Hernán Ralinqueo (25 de Mayo), Hernán Izurrieta (Punta Indio), Juan Gasparini (Roque Pérez), Osvaldo Cáffaro (Zárate) y Ricardo Curuchet (Marcos Paz).