Lo que hasta hace pocos días era una sangría de reservas se está empezando a revertir. De a poco y en dosis mínimas en comparación con lo que dejó escapar en los últimos dos meses, el Banco Central va recomponiendo sus arcas. Este martes la entidad compró alrededor de U$S 200 millones, según estimaron fuentes del mercado, y parece haber puesto un tope a la salida de divisas.

La jornada financiera terminó con un dólar a $ 59,75 en el mercado electrónico mayorista y a $ 62,99 en el promedio de bancos y entidades financieras. Este último se trata de un valor casi testimonial, ya que las nuevas regulaciones limitan las compras a 200 dólares por mes y por persona, lo que restringe drásticamente la cantidad y el volumen de operaciones.

El nuevo marco legal es la clave de lo que está sucediendo en el mercado. La profundización del cepo llevó la demanda a valores mínimos y los únicos que compran son los bancos oficiales, que se llevan las divisas que los exportadores, también alcanzados por nuevas disposiciones, se ven obligados a liquidar en apenas cinco días hábiles desde que reciben el dinero. Esto permite que el Central, ayudado por otras entidades que le responden, estabilice el tipo de cambio con poco esfuerzo, evite la apreciación del peso y recomponga sus reservas.

“Los precios recortaron parte de la suba de ayer y fueron sostenidos en el nivel del cierre de hoy por las compras de los bancos oficiales, que fueron absorbiendo toda la oferta disponible”, sostuvo Gustavo Quintana, operador de la agencia PR Cambios.

A partir de las PASO, la evidencia de que el gobierno iba a perder las elecciones apuró un proceso de dolarización que llevó al BCRA a perder casi U$S 23 mil millones por la salida de depósitos y la falta de otras vías de financiamiento para cancelar deuda. El supercepo que se dispuso en la noche del 27 de octubre, cuando recién se oficializaba la derrota de Mauricio Macri, frenó el ritmo de la corrida. En esa primera semana poselectoral el Central perdió U$S 259 millones; la siguiente recuperó U$S 46 millones y en las dos rondas de esta semana agregó U$S 76 millones. El cierre provisional de las reservas fue este martes de U$S 43.414 millones, con una mejora de U$S 308 millones sobre el piso del jueves 7 de este mes.

Pese a ello, la situación del Central es mucho más desventajosa que en abril, cuando su caja superaba los U$S 77 mil millones luego de haber recibido otra cuota del FMI. La diferencia se fue en pagos de la deuda y fuga de capitales del sistema financiero. Muchos miles de millones más abajo, el Banco Central parece empezar a intentar dar vuelta ese proceso.