Cada año para esta fecha se repite la misma escena: día tras día una enorme cantidad de lectores hace cola para entrar a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires que, a esta altura, ya es un clásico del paisaje cultural porteño. El acto de leer deja así de ser una actividad solitaria para convertirse en un ritual colectivo que implica conocer autores, escucharlos hablar, asistir a espectáculos, visitar stands acordes con los intereses particulares de cada visitante, enterarse de novedades editoriales…El escritor Oche Califa, responsable de la Fundación El Libro, adelanta novedades y cuenta cómo es “la cocina” del acontecimiento cultural que se ha convertido en un clásico que atrae a lectores de todo el país y es una marca de identidad de la ciudad 

-¿Hay novedades en esta 44 ° edición de la Feria del Libro? 

-Novedades hay siempre y muchas, lógicamente en distintas magnitudes. Hay una novedad anual inevitable -en el buen sentido- que es la ciudad invitada de honor. Eso cambia año a año. En esta edición es Montevideo, que ha trabajado con un programa profesional y cultural muy rico y con muchas ideas. Una segunda novedad es que este año hay dos noches largas, el jueves, de 18 a 20 es el acto inaugural que cierra con el discurso de Claudia Piñeiro. A esa hora cae la boletería, es decir, la entrada es gratuita y en Avda. Sarmiento habrá montado un escenario en el que cantará Jorge Drexler. Eso será hasta las 21 y la Feria continuará hasta las 23.30. El sábado es la tradicional Noche de la ciudad o Noche de la Feria, según como se la ha nombrado en distintos años. Este año la renombramos como Noche de Montevideo porque Montevideo trae al escenario de la pista de La Rural un espectáculo de dos horas con la murga Cayó la cabra y los solitas Ana Prada y Dani Umpi. Esa noche la Feria continúa hasta la 1 de la madrugada del domingo y hay varios espectáculos dentro de los pabellones. Hay una banda de jazz en la sala Borges haciendo un homenaje a Cortázar, va a estar Patricio Contreras leyendo a Nicanor Parra en el Festival de Poesía en el primer piso. Luego cantará Gabo Ferro en el mismo lugar. Va a haber recitales de Hip Hop en Zona futuro y varias cosas más. Esa noche la Feria adquiere un carácter festivo. Una tercera novedad destacable es una iniciativa pionera que hemos tenido en el concierto de las ferias en el mundo y es la inauguración de Orgullo y Prejuicio, Espacio de Diversidad Sexual y Cultura. Este espacio tendrá una librería con libros  a la venta sobre el tema,  un auditorio con una programación que se conforma con lo que hemos programado nosotros más el material que los expositores deseen aportar. Creemos que es una iniciativa muy interesante que califica lo que la Feria ofrece a un público muy específico y muy activo. De alguna manera se parece a las iniciativas que tuvimos en algún momento con adolescentes que ya están afianzadas y que hoy prácticamente recorren toda la Feria. 

-¿Cuáles serán específicamente las actividades del Espacio de Diversidad Sexual? 

-Recitales, mesas de debate, conferencias. Se inaugura con un debate: Qué es la diversidad sexual. Hay una mesa que se pregunta si existe la literatura gay, una conferencia de Daniel Link sobre la figura de Copi, recitales de poesía y performances, muchísimo material que hemos construido nosotros con el curador a cargo del espacio que es Mariano López Seoane, a veces convocando a instituciones y grupos muy específicos y, otras veces, con el aporte de editores que trabajan mucho esa línea y que ofrecen, por ejemplo, una charla de un autor de ellos. 

 -Volvamos a las propuestas que estaba enumerando. 

-Sí, la cuarta propuesta que siempre interesa y que nosotros destacamos tiene que ver con los invitados internacionales de alta convocatoria que despiertan muchísimo interés. Por lo general, en los últimos años estamos llegando a un centenar de figuras del exterior, pero hay un grupo de 10 o 15 que tienen una altísima convocatoria. El resto son autores de públicos específicos incluyendo los que vienen a las jornadas docentes, los pedagogos, científicos. En esta edición se produjo algo que no siempre se nos da y es que tenemos muchos invitados de alta convocatoria como Piedad Bonett, Yasmina Reza, Vargas Llosa, Pérez Reverte, Elvira Sastre, Paul Auster. Luego, por supuesto, seguirán llegando invitados. Por ejemplo, Juan Villoro va a venir un poco más tarde porque va a participar del Diálogo de Escritores Latinoamericanos. Es necesario aclarar que cualquiera de esas figuras compite en similares condiciones con no pocos autores argentinos. La capacidad de convocatoria que tienen Claudia Piñeiro, Eduardo Sacheri, Felipe Pigna o Marcelo Larraquy en la Historia o Facundo Manes con sus libros de neurociencias es similar a la de cualquiera de los invitados internacionales. Esto hay que subrayarlo muy bien porque si no daría la impresión de que la Feria sólo construye su éxito a partir de figuras internacionales y la verdad es que las figuras argentinas son igualmente importantes porque tienen un gran público lector en el país. 

-¿Qué cantidad de gente pasó por la Feria la edición pasada y cuáles son las expectativas para ésta? 

-Ya hace varias ediciones que hemos superado el millón de personas, entonces la variación ya no es significativa y a veces está atada a determinadas circunstancias. Puede ser que este año haya mayor afluencia porque justo se da que tenemos un día no laborable y un feriado puente y eso trae mucha gente del interior. Por nuestra propia encuesta y por la que hace Turismo de la Ciudad de Buenos Aires sabemos que hay una cifra muy alta de turismo del interior que viene a Buenos Aires con el objetivo principal de visitar la Feria del Libro. Éste es un tema del que ya casi no hablamos porque es un número que está estable, la variación no es significativa. 

– ¿Hay alguna variación de horarios respecto de ediciones anteriores? 

-Sí, de lunes a viernes abrimos a las 14 y cerramos a las 22, salvo los viernes que cerramos a las 23. Sábados y domingos abrimos a las 13 y el sábado sigue hasta las 23, sin contar el primer sábado que sigue hasta la 1 del domingo. La locutora comienza a anunciar el cierre una media hora antes, pero es difícil cumplir con el horario fijado porque la gente no se quiere ir. 

-Es que es enorme y siempre queda mucho por recorrer. 

-Es enorme y hay tantas actividades en forma simultánea que consultando el programa antes de venir los visitantes pueden hacer tres o cuatro cosas diferentes como mínimo. 

-Se puede pasar el día. 

-Sí, pero aun disponiendo de ese tiempo no se puede ver todo. Pensemos que tenemos 12 salas que rotan cada hora y media, tres espacios juveniles y tres infantiles, varios stands con superficie alta que tienen dentro auditorio propio. Por ejemplo, el Ministerio de Cultura de la Nación tiene un auditorio propio, la provincia de Salta también. Estados Unidos tiene un pequeño auditorio en su stand, la ciudad invitada de honor, Montevideo, tiene un auditorio adentro que cumple con una programación de actividades diarias, algunas de ellas en ese stand y otras en salas. 

 -¿De qué manera influye la situación económica del país sobre la Feria? 

-Nosotros somos organizadores de las Jornadas Profesionales, cosa que el gran público, en general, desconoce, aunque en los últimos años lo estamos anunciando más. Es decir que el martes, el miércoles y el jueves mismo se abren en la Feria, que ya está instalada y atendida, el mundo de los negocios del sector y de los vínculos profesionales. Éste es, posiblemente, el acontecimiento más importante de todo el año relacionado con el libro tanto en Argentina como en la región. Entonces, la situación nos importa porque no es lo mismo organizar jornadas de negocios en una buena situación del libro y su economía que organizarlas si las circunstancias no son buenas. Sin bien las cámaras editoriales tiene una opinión más específica, nosotros también damos la nuestra y manifestamos preocupación frente a dos años de retroceso.

 -¿Cómo se evidencia ese retroceso en el mundo del libro? 

-Por un lado, en la cantidad de ejemplares impresos. Por otro, en las estimaciones de ventas. De libros impresos tenemos una estadística porque hay que registrarlos, de modo que los datos son concretos. De venta hay sólo estimaciones porque es más difícil saber con precisión,  pero las estimaciones son negativas. Nos dicen que en estos meses hay una atenuación en la caída y que estaríamos tendiendo a estabilizarnos. Pero lo cierto es que en dos años se perdieron de imprimir 30 millones de ejemplares.

 -Es una cifra muy importante. 

-Claro. El editor, cuando imprime la primera edición tiene una tirada promedio. Frente a esta situación baja cautelosamente la tirada inicial. Entonces vemos que el informe estadístico de la Cámara Argentina del Libro dice que el promedio en la tirada inicial era de 3.000 ejemplares y que hoy es de 2.200. Por eso hay 30 millones de ejemplares menos.

 -¿Cómo se solventan las visitas de escritores extranjeros? 

– Estas visitas tienen tres posibilidades de financiación. La Fundación El Libro, cuando a la institución le interesa particularmente un autor por su trayectoria,  por lo que puede aportar en algún programa específico como, por ejemplo, en el Diálogo de Escritores Latinoamericanos o en el Festival Internacional de Poesía. Las editoriales constituyen otra posibilidad ya que, en general, traen al autor cuando hay una novedad. También están las embajadas o algunos organismos representativos que  quieren tener una figura de su país presente. En este marco, solemos hacer colaboraciones: uno aporta el viaje y otro, el hotel, por ejemplo. 

-Entiendo que la Feria también se ramifica.

 -Sí, en julio tenemos la Feria del Libro Infantil con tres sedes.

 -¿Cuáles son? 

-El CCK, si abre Tecnópolis estaremos allí y el año pasado comenzamos con La Plata y vamos a repetirlo este año porque fue una buena decisión. Este año, además, estaremos en Rosario desde el 24 de mayo al 4 de junio, es decir que tendremos allí una Feria de 11 días. 

 -¿Cómo se organiza una estructura de dimensiones tan grandes? 

– Llevamos 44 años de Feria. Eso significa acumulación de experiencia organizativa de cosas que se hicieron bien y de cosas que se hicieron mal, cosas que funcionaron en su momento pero que hoy ya no. Estamos muy atentos, además, a lo que aparece, a lo nuevo y a la forma en que nosotros podemos incorporarlo. Por ejemplo, con el movimiento adolescente tuvimos una reacción rápida y hoy vamos por el cuarto encuentro internacional de booktubers. Viene una booktuber de España, vienen de México, de Perú, de Chile, de Uruguay y están los booktubers  argentinos, que son muchos. Todo eso es posible con un equipo fijo muy experimentado. El menos experimentado soy yo que tengo encima cuatro ferias, pero aquí hay gente que tiene más de veinte. La Feria ocupa a casi 8.000 personas. Y esto es algo para destacar, algo curioso, porque el libro no es la industria cultural más fuerte. Desde el punto de vista económico, el cine es mucho más fuerte. Lo mismo sucede con la televisión. Lo que ocurre es que el libro es una herramienta imprescindible en cualquiera de las otras industrias, culturas y artes. No hay ninguna actividad en la que no esté presente el libro: la gastronomía, el deporte, la ciencia, el Derecho…Todo termina en un libro y por eso una industria que no es en sí tan potente termina produciendo el acontecimiento cultural más importante que tiene América Latina.

 -A su vez, estimula otras actividades.

 -Sí, a partir de esta Feria que se da temprano en el año se producen muchos otros acontecimientos ajenos a nosotros. Por ejemplo, nosotros o el editor plantea la visita de un escritor, pero ese escritor no puede venir en la fecha de la Feria, sino en julio. Entonces, viene en julio a un teatro, a un centro cultural o a donde sea, pero la iniciativa partió de que se lo quería traer para la Feria. Eso nos pasa todo el tiempo. La Feria despierta posibilidades, ideas, iniciativas y programaciones hacia afuera. Hoy hay muchos otros acontecimientos culturales y literarios todo el año que de alguna manera posibilitó el crecimiento de esta Feria edición tras edición. Quienes hacemos esto, que somos la Fundación El Libro, además hacemos en el año unas seis campañas de promoción del libro y este año va a haber una campaña que nunca tuvo el libro en la Argentina. Es una campaña muy grande que realizamos con el Consejo Publicitario Argentino. Hemos avanzado mucho con el Consejo. Vamos a tener una muy buena campaña con una batería de herramientas: televisión, radio, gráfica, redes. Esto lo vamos a anunciar ahora y lo vamos a hacer en el segundo semestre. Para el Día Internacional del Libro que fue hace muy poquito, el 23, hicimos una campaña con Metrovìas en la Línea Federico Lacroze. Hicimos una suelta de libros y entregamos entradas gratis para la Feria y ya hay unos spots que hizo Metrovías que están empezando a dar vueltas por las redes.