En el debate en el Congreso sobre la legalización del aborto se escuchan diversos argumentos, a favor y en contra. La mayoría de los oradores expone conceptos y opiniones que invitan a la reflexión. Sin embargo, hay otros que sorprenden y descolocan. La octava audiencia celebrada este martes no fue la excepción.

Marisa Leno, ginecóloga y obstetra, aseguró que «la mujer que aborta se entristece de por vida». Sin citar la fuente estadística, advirtió que «el 95% de las víctimas de violencia y abuso no piensa en el aborto» y que «al salir del hospital la mujer que se somete a este procedimiento seguirá siendo pobre». Finalmente, aseveró que la aprobación de una nueva ley habrá un «mayor índice de enfermedades de transmisión sexual. Con el aborto legal estaremos cada vez más lejos de decir: ‘Ni una menos'».

Las declaraciones más llamativas fueron las de la veterinaria Valeria Zimmermann. «En la naturaleza –afirmó- el único animal que abandona a sus crías es el ser humano. El único que le puede hacer daño a sus crías es el ser humano». No conforme, comparó a los fetos abortados con las víctimas de la última dictadura militar. «Las mujeres que abortan no pueden hacer su duelo; no saben el sexo ni el nombre de su bebé, pero quisieran saberlo. No saben qué pasó con su cadáver. Es un desaparecido». Al final de su exposición, la veterinaria sacó un feto de plástico de una caja y le dio un beso.

Finalmente, Esteban Rubén Blanco, luego de contar su historia como padre adoptivo de una nena que vivió apenas cinco años por problemas de salud, sentenció: «Si se legaliza, se podrá abortar a los niños con síndrome de Down, lo cual sería un genocidio».

Con argumentos muchos más sólidos, expusieron otros oradores.

El escritor y psicoanalista Gabriel Rolón manifestó que «hay que hacer todo lo posible para garantizar la dignidad, el derecho y la salud de todo ser humano», y dijo que la ausencia de la ley «deja desprotegidas a las mujeres más humildes».

Por su parte, la licenciada en Enfermería y docente María Constanza Alemán afirmó que «la persona humana comienza en la concepción» e indicó que «no hay posibilidad de ver allí otra cosa que no sea un cuerpo humano».

La pastora de la Iglesia Evangélica Luterana Wilma Rommel manifestó que «aborto sí o no: ése no es el punto, sino la seguridad con la que se hacen esos abortos» y agregó que «lo que sería o no pecado no está fijado por Dios en tablas de piedra, sino que fue cambiando a lo largo de los siglos».

La filósofa Laura Belli, en tanto, enfatizó: «Las decisiones de los legisladores deberían fundarse en argumentos que hacen referencia al aborto como un problema de salud pública (…) Argentina se había comprometido a bajar la mortalidad materna un 75%, para los objetivos del milenio. Es el doble de la meta que se puso. En esto, somos un país estancado».

Se expresaron también a favor la jueza Gabriela Vázquez, integrante del Consejo de la Magistratura, la ex titular del Inadi y ex legisladora porteña María José Lubertino, la ex legisladora Marcela Rodríguez, Marisa Matia, Candela García, Laura Arregui, Deborah Ferrante, Marisa Herrera, Florencia Maffeo, Marcelo Ferrante, Antonela Peres, Verónica Giménez Beliveau, Majo Poncino, Mariana Gras, Víctor Penchaszadeh, Romina Antonelli, Noelia Barbeito, Ignacio Maglio, Estefanía Cioffi, Daniela Dosso y Danielle Bousquet.

En contra, expusieron también el abogado Fernando Toller, María Leno, Vanina Rivarola, Marino Miguel Muñóz, Eduardo Sambrizzi, Marcelo Domínguez, Elard Koch, Silvia Domínguez, Mercedes Figueroa, Gabriela Pinto, Teresita Cortina, Rómulo Echevarría, Eduardo Allub y Karina Estrella.