Santiago Fretes es un chico de 11 años que nació con una malformación genética en su pierna derecha. El año pasado se hizo conocido porque su madre subió a su Twitter una foto en la que compartía una de sus muletas con un amigo en la cancha de Racing, para que ambos pudieran ver a Diego Milito en su último partido como jugador de la Academia. La historia de superación de Santi, que juega al fútbol, anda en bicicleta y hace taekwondo, conmovió a todos cuando se difundió a través de las redes sociales y los medios.

O a casi todos: este miércoles, a su madre, Sabrina Bonomo, le llegó una carta documento intimando a “su hijo Santiago de aproximadamente 10 años de edad a cesar en la realización de disturbios en la vía pública tales como circular en bicicleta dando vueltas en círculo y jugar carreras con otros amigos (…), jugar a la pelota, griteríos, en días y horarios inapropiados de 14 a 22”. El denunciante es un vecino que vive en la misma esquina del barrio de Del Viso, Pilar, justo en diagonal a la casa de los Fretes.

Unos meses atrás ya había llegado una citación vecinal, que terminó en una mediación que indicó con toda lógica que el pedido no tenía ningún sustento. Ahora, llegó la carta documento. “Estoy obligada a contestarla. Voy a tener que gastar 300 pesos y pagarle a una abogada para responder a este absurdo. Nunca tocó un timbre. Sólo sale a la calle y les grita de todo a los chicos, pero conmigo nunca habló”, le dijo la madre de Santiago a este diario. Si la falta de una pierna derecha no impidió que Santi mostrara su destreza para el deporte, tampoco lo va a hacer una carta documento. “Yo no voy a encerrar a mi hijo porque a un vecino le molesta. Las calles son de tierra. Los autos no andan rápido. Los chicos pueden jugar en la calle, como pasaba antes. No se lo voy a negar”, aseguró.

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