A una semana de haber comenzado, la inscripción online para el ciclo lectivo 2017 de la Ciudad de Buenos Aires suma irregularidades. Grupos de padres denuncian casos de establecimientos que figuran y no existen. Preparan un amparo colectivo por falta de vacantes y planean impulsar un pedido de informes en la Legislatura para que se explique “qué escuelas ofrece el sistema”.

“Buenas noches, durante la preinscripción de mi hija tuvimos muchos inconvenientes para finalizar la carga de datos por errores del sistema”, comienza su relato Yael Acevedo en el grupo de facebook “Vacantes para tod@s en las escuelas públicas”, donde cientos de padres y docentes intercambian información y pesares por la falta de vacantes. Desde que se instauró este sistema de inscripción online en Capital Federal, hace tres años, al menos 23.432 chicos se quedaron sin lugar en aulas de escuelas públicas. Yael continúa: “Uno de los (inconvenientes) más graves fue la aparición en el listado de un jardín de infantes inexistente en el barrio. Después de investigar y confirmar que en esa calle no existía tal jardín, informé al ministerio y un día después no figuraba más en las opciones (obligatorias). Luego de esto pudimos finalmente terminar la preinscripción”. 

Pero no quedó ahí. “El viernes por la tarde volvimos al lugar y había un cartel anunciando la construcción de un nuevo jardín en la zona”, asegura Yael. Y concluye con un mensaje a los otros padres: “Intenten asegurarse de que los jardines y escuelas que les ofrece el sistema existen y estén funcionando. Lamentablemente tenemos que estar atentos a todo esto”. Su relato apunta al Jardín A/C de Besares 4333, cuya licitación pública Nº 23/2015 –adjudicada por $ 5.977.446 a COSEBA S.A.– indicaba como fecha de inicio el 5 de octubre de 2015, y debía finalizar 300 días más tarde. Según el cartel de obra, corresponde al Programa Nacional Más Escuelas, paralizado bajo la nueva gestión. En ese terreno no hay nada. Aunque igual el establecimiento se ofrece como opción.

“Eso mismo lo hicieron en la primera inscripción online para un edificio ocioso del Ministerio de Educación en La Rioja 660. Otorgaron 170 vacantes en una escuela que no existía, la gente iba a llevar la documentación y se encontraba con un lugar abandonado. Sigue igual al día de hoy”, afirma Patricia Pines, una de las que lidera el grupo en las redes sociales. Publicaron un instructivo para realizar reclamos y madres abogadas se ofrecen para asesorar a quien no tenga vacante y desee presentar un amparo colectivo. También dan recomendaciones, como la siguiente: “Es probable que te ofrezcan vacante es un Centro de Primera Infancia (CPI), es necesario que sepas que no son escuelas, NO dependen del Ministerio de Educación de la Ciudad, sino de Desarrollo Social. Eso implica que su función sea la de una ‘guardería’, sin proyecto pedagógico ni docentes a cargo”.

Luchando por un lugar

Pines agrega que solicitarán un pedido de informe en la Legislatura para que el Ejecutivo porteño informe cuántos chicos permanecen sin vacante por comuna y distrito escolar, y cuáles escuelas ofrece el sistema, distinguiendo entre simples y completas. “Lo que está pasando también es que en vez de abrir jornadas completas nuevas transforman simples a completas. Están preparando un amparo colectivo de familias de varias de esas escuelas. Es otra manera de achicar presupuesto, se cierran siete grados por cada escuela que pasa de simple a completa”, completa. 

Los casos sin vacante se multiplican. Sabrina y Gabriel no pudieron ubicar a su hijo Mateo, de dos años, ni el año pasado ni en el actual. Lo mismo para Andrea y su hijo Teo, con la escuela infantil Nº 6 “Ramos Mejía” del Distrito Escolar 6; y con Gabriela y su niño Simón, para sala de 3 del Polo Educativo Saavedra. María Florencia no pudo conseguir vacante de su hijo Thiago en la sala de 3 de la Escuela Infantil Nº 4 Distrito Escolar 11, a pesar de que tiene un hermano en esa misma escuela. Daniela denunció que a su hijo Ramiro no lo dejan ingresar en el Jardín Maternal Nº 9 del Distrito Escolar 6, único de su tipo en el radio de diez cuadras, porque “la escuela pública por convenio le da vacante a los hijos de docentes de un colegio privado parroquial ubicado al lado”. Lo denunció en supervisión “pero no hicieron nada”. Y a María Eugenia le asignaron lugar para su hijo Juan Ignacio en la Escuela Infantil Nº 5 del Distrito Escolar 16. Es la única opción de todo el distrito y le queda a 27 cuadras de su casa.

El principal problema es la falta de nuevas escuelas. En 8 años, la gestión macrista en la Ciudad decidió no utilizar 850 millones de pesos que estaban destinados a obras escolares. Hoy los trabajos dependen del subsecretario de Gestión Económica Financiera y de Administración de Recursos, Alberto Gowland, abogado de Bosch & Gowland. Viene de ser directivo en Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE).

Cambios en Infraestructura

La crisis generó la ida de quien era director de Infraestructura escolar, Horacio Durán. En su reemplazo, Gowland nombró a Francisco Freyre Aurich, que viene de ser gerente de Asuntos Legales también en SBASE. Ambos, cuando estaban al frente del área legal de la empresa estatal de subterráneos, condonaron una multa de 3 millones de pesos que recaía sobre la multinacional francesa Alstom, en 2008. A cambio, le reconocieron 7 millones a favor de Alstom. Entre otras acciones que llevó adelante, fue denunciado por hostigamiento a trabajadores del subte que impulsaban medidas gremiales, y encabezó una denuncia judicial por 24 millones de pesos contra Basta de Demoler. La ONG había interpuesto un amparo para que SBASE no continuara con la obra de la estación Plaza Francia del subte H. Según el proyecto original, la estación debía construirse bajo la Avenida Pueyrredón hacia el lado de la verdadera Plaza Francia y no en la Plaza Intendente Alvear, que popularmente se conoce como Plaza Francia pero que no lo es, y donde SBASE había empezado a hacer la estación, erróneamente. Luego la mudaron, pero a esa altura ya habían mal gastado millones en obra e intervenciones paisajísticas que luego debieron arreglar.


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