Yanina Ibarra desapareció de su casa en la madrugada del 29 de julio y su cuerpo apareció calcinado en el interior de una casilla ubicada en la manzana 4 de la Villa 1-11-14, en Bajo Flores. Hasta el momento no hay detenidos.

“Es una red de trata de personas que está instalada en el barrio, ligada al narcotráfico y en complicidad con la Gendarmería Nacional”, cuentan familiares de la víctima.

La mujer estaba en pareja y tenía una hija de 6 años. Piden la exhumación del cuerpo para que realicen nuevas pericias que determinen si es el cuerpo de Yanina y si sufrió abuso sexual.

La chica había ido al cumpleaños de su hermano a unas pocas cuadras de donde vivía. La madrugada del sábado 29 de julio fue vista por última vez cerca de las 4 y las 6 en una casilla que estaba abandonada que ardía con Yanina dentro.

Un vocero judicial explica que todavía no saben si el hecho ocurrió en un contexto de violencia de género o si está relacionado a un grupo de mujeres con las que ella tenía problema y buscaban venganza. Y que el cuerpo de la chica no presentaba rastros de abuso sexual.

Sin embargo, familiares y vecinos aducen que se trata de una red de trata de personas que trabaja en conjunto con el narcotráfico y personal de la Gendarmería que custodia la 1-11-14. Denuncian que este es el motivo por el cual nunca nada queda claro.

“Cuando fuimos a la comisaría a denunciar a los policías nos dijeron que ellos no podían hacer nada porque la villa es así. También que si queríamos vengarnos, que ya sabemos lo que tenemos que hacer según los códigos del barrio, es decir, que contratemos a otras personas para que lo concreten. Tenemos mucho miedo porque acá es tierra de nadie, hay chicos y no queremos que les pase nada. La fiscalía no está investigando, si lo estaría haciendo los responsables ya estarían detenidos”, confió a Tiempo un familiar de la víctima.

Al ver que Yanina no aparecía la familia realizó la denuncia en la comisaría 34 el 2 de agosto, y el 8 la Fiscalía de Nueva Pompeya le avisó a su madre que habían hallado el cadáver de una mujer joven calcinado, que estaba en la morgue y que podría ser ella. Los estudios indicaron que la chica sufrió un golpe contundente en la cabeza, previo a las quemaduras, pero no está claro si fue violada.

La familia y la gente del barrio denuncian que el cuerpo que fue hallado no es el de Yanina y, que la chica fue secuestrada por una red de trata de personas que trabaja en conjunto con los narcos y gendarmes en la villa del bajo Flores.

“Cuando sucedieron los hechos nos dijeron que el cuerpo de ella apareció en el interior de una casilla que fue incendiada en la manzana 4 de la villa 1-11-14, y que personal del SAME se hizo presente en el lugar junto a personal de la Gendarmería que fueron alertados por los vecinos. También que Yanina llegó con vida esa madrugada al hospital Piñeiro y falleció a las pocas horas”, explica a Tiempo un familiar.

Ante esta situación los familiares y allegados de Yanina realizaron una marcha para reclamar justicia. Dicen que por ser pobres y vivir en una villa la fiscalía no esclarece el crimen.

“Sabemos quienes fueron y lo que le hicieron pero tenemos mucho miedo porque son capaces de cualquier cosa. Ellos son una familia muy grande. Hace tiempo que los proxenetas, los narcos y los gendarmes trabajan en conjunto en la 1-11-14. Está todo arreglado y siempre pasa lo mismo, los crímenes quedan impunes. Togo mucho miedo de que les hagan algo a mis hijos, pero la Justicia no te protege para que puedas denunciar, no te brinda las garantías necesarias, porque son parte del mismo engranaje de corrupción”, enfatiza un familiar.