«Esto es parte de lo que siempre intentaron: inventar un enemigo interno para generar un proceso de represión cada vez mayor», denunció el coordinador nacional de la Organización Tupac Amaru, Alejandro «Coco» Garfagnini. Lo que señala es un intento de vincular al Frente Trabajo y Dignidad Milagro Sala (FTDMS) con un supuesto grupo internacional anarquista dedicado a la coordinación de acciones para provocar incidentes en el Congreso el miércoles pasado durante la sesión por el Presupuesto 2019 y de cara a la cumbre del G20 en Argentina. El espacio emitió un comunicado en el que manifestó su preocupación y denunció la falsedad de esas versiones periodísticas que caracteriza como una operación política del gobierno nacional, sus servicios de inteligencia, vertidas a través del diario Clarín y del programa de TV Animales Sueltos.

El Frente fue señalado en una nota publicada el miércoles en la web de Clarín. Con tono conspirativo y citando «fuentes oficiales» vincula los incidentes en el Congreso con el grupo «antisistema» llamado Black Block, e indica que «podrían haber funcionado como un ensayo general ante la cumbre de mandatarios del G20». La nota vincula a ese grupo con el Frente y la CTEP y ubica todo en el distrito de Avellaneda, gobernado por el intendente peronista y kirchnerista Jorge Ferraresi.  

Esa medianoche, en el programa de Alejandro Fantino, el columnista –y también periodista de Clarín– Daniel Santoro, insistió: «Han encontrado contactos de la Black Block, dicen las fuentes de inteligencia, con una red llamada Anarquista y con una red llamada Frente Milagro Sala», dijo. Amén de revelar que el gobierno realizaría inteligencia interna vedada por ley. 

«Hay claramente una intención de vincularnos a cualquier tipo de incidente que se produzca en el G20 o directamente inventarnos una causa para desatar una cacería sobre la oposición», señaló Eduardo Montes, de la Federación de Trabajadores de la Economía Social (Fetraes), organización que también integra el FTDMS.

El FTDMS emitió un comunicado en el que inscribió las acusaciones en un «plan sistemático de persecución y represión a las organizaciones populares, como así también de buscar denodadamente un enemigo interno con el único objetivo de escalar en los niveles de violencia institucional». Y responsabilizan como ejecutora de ese plan a la ministra de Seguridad de la Nación: Patricia Bullrich.

La creación de un enemigo interno y la estigmatización del Frente Milagro Sala son una constante en el gobierno de Macri. Apenas asumido, 43 gendarmes murieron al desbarrancar un colectivo que los trasladaba desde Salta hacia Jujuy, donde Sala realizaba un acampe frente a la gobernación. Los había enviado Bullrich a pedido del gobernador Gerardo Morales. El 21 de enero siguiente Perfil publicó un supuesto parte de la AFI que aseguraba que los cooperativistas estaban armados y que pensaban combatir con la policía y tomar la gobernación. El 13 de marzo de 2016, en el programa La Cornisa, el propio presidente acusó a Milagro y su organización de ser una «fuerza paramilitar armada».

En 2017, luego de la muerte de Santiago Maldonado durante la represión al Pu Lof en Chubut, Bullrich anunció el combate contra la supuesta organización terrorista mapuche RAM. La consecuencia fue el asesinato de Rafael Nahuel en Bariloche. El supuesto grupo anarquista internacional Black Block aparece ahora como el nuevo enemigo.

En el comunicado, el Frente señala que su rol es la búsqueda de trabajo digno y evitar seguir perdiendo derechos. «A ver si de una vez el gobierno entiende que somos peronistas, es decir, no tenemos ninguna posibilidad de tener puntos de coincidencia con grupos anarquistas», resumió Garfagnini.  «