Leonel Sotelo fue asesinado por un policía el 1 de diciembre de 2016 en el partido de Almirante Brown en la localidad de Burzaco. El joven perdió la vida en manos del policía Giuliano Armando Fattori quien es parte del cuerpo de la policía local en el sur del conurbano. El victimario habló de un supuesto intento de robo. Tras denunciar el caso como gatillo fácil, la familia comenzó a recibir amenazas anónimas.

El joven de 19 años se encontraba en su casa, junto a su amigo Alan Deveza. Por la noche tomaron la decisión de ir a ver las picadas. De camino al lugar, un policía vestido de civil en moto, que nunca se identificó como tal, los persiguió y efectuó nueve disparos, de los cuales uno de ellos impactó en la pierna de Alan y tres en la espalda de Leonel, lo que derivó en su muerte.

Noemí Robelli, mamá de Leonel, dialogó con Tiempo Argentino, negó las acusaciones y pidió justicia por su hijo. “Dice que mi hijo le quiso robar y que el compañero que iba con el saco el arma de fuego que nunca apareció. Las pericias demostraron que mi hijo no tenía ningún arma y Alan el otro muchacho tampoco”, se quejó. En el lugar sólo se encontraron casquillos de bala pertenecientes al arma del policía.

“Ni el fiscal, pudo probar que Leo y Alan tuvieran un arma o hayan disparado, tampoco pudieron asegurar que la vida de Fattori corría peligro, pero aún el sigue en libertad, sigue formando parte de la fuerza y es uno de los tantos efectivos que el Estado saca a las calles todos los días para vendernos ´seguridad’”, concluyó Noemí.

La madre del joven asesinado por la fuerza de seguridad local recordó que su hijo “trabajaba, estaba en casa, salía con los amigos y nada más. La policía nunca lo molestó”. Noemí se quejó porque el policía Fattori declaró que su hijo “lo fue a robar y es todo mentira”. “Mi hijo trabajaba con su papá y sus hermanos en el lavadero de autos familiar no es ningún motochorro”, sostuvo.

En tanto, Alan, el amigo que acompañaba a Lionel se encuentra actualmente detenido acusado de este supuesto intento de robo. El joven fue detenido el mismo día acusado de provocar la muerte de Leonel trasladado a la comisaria 2da de Burzaco. Hace tres meses fue trasladado al penal de Junín, en una clara maniobra para dificultar, aún más el esclarecimiento.

La causa esta caratulada como tentativa de robo y homicidio criminis causa, impidiendo que Alan (su amigo) pueda ser tomado como testigo en el caso. Por esta razón se pide que la investigación se lleve a cabo en dos causas diferentes, ya que su testimonio sería fundamental para detener a Fattori.

El dermo test (prueba que se hace para comprobar si alguien realizó disparos con un arma de fuego, rastreando restos de pólvora en la mano) que se le efectuó a Alan, se extravió, por lo cual se verá sometido a repetir dicha prueba, con fecha para el 2018 por orden del juez, sabiendo que será irrelevante, por el tiempo transcurrido.

El agente Fattori se encuentra en libertad sin haber sido sometido a ningún tipo de investigación, además tampoco fue separado de su cargo, actualmente es instructor dentro de la fuerza.

En el caso de Leonel, uno más de los tantos procesos en los que los jóvenes son víctimas del accionar de las fuerzas represivas, intervino la fiscalía 8 de Lomas de Zamora a cargo del fiscal Pablo Rossi, el juzgado de Garantía a cargo de la letrada Laura Ninni, expediente Nª75489-16. Actualmente la causa se encuentra trabada por pérdida de pruebas e irregularidades en el procedimiento. Por su parte, el fiscal sigue alegando que el policía Giuliano Armando Fattori actuó en legítima defensa.

El 26 de julio de este año la familia denuncio públicamente haber recibido amenazas por parte de dos hombres en un auto particular los agentes no presentaban identificación Cristian hermano de Lionel fue víctima de este hecho de apriete por parte de los uniformados.