Cuando Diego Maradona quería gritarle al mundo que le habían cortado las piernas tras el doping en Estados Unidos 94, necesitó el micrófono del periodista Adrián Paenza y la cámara de Canal 13. Más de un cuarto de siglo después, algunos protagonistas comienzan a aprovechar los cambios que trajeron Internet y las redes sociales para abrir sus propios canales de comunicación. En Argentina, las caras visibles que se sumergieron en el mundo de los podcast son Nicolás Laprovittola, base de la selección de básquet, y Alejandro “Papu” Gómez, convocado por Lionel Scaloni para las Eliminatorias. En el exterior hay más casos, como el del lateral del Arsenal Héctor Bellerín o el de C. J. McCollum, escolta de Portland Trail Blazers.

Recluido en su casa de Madrid cuando comenzó la pandemia, Laprovittola, basquetbolista del Real, decidió salir a la cancha con ¡Hola! ¿Qué tal, cómo estás?, el podcast que produce junto al periodista Germán Beder. “Esto va a ser una llamada de amigos”, fue el anuncio en la presentación, aunque luego mutó a una serie de entrevistas a personalidades del deporte y la cultura, entre las que estuvo el propio Paenza para relatar aquella escena con Maradona. “La idea nació de él, durante el Mundial de China. Había escuchado muchos podcasts de jugadores de la NBA, le gustaban y decía que era un terreno no explotado a nivel regional. Me metió fichas. Y acepté”, cuenta Beder, que entiende que “se rompió la pared entre el deportista y el seguidor”.

El 22 de mayo, un par de meses después de que el podcast de Laprovittola se metiera entre los más escuchados de Argentina en Spotify, Papu Gómez se lanzó también a la aventura sonora. El mediocampista del Atalanta había generado una amistad con Martín Reich, columnista de Últimos cartuchos, programa de Vorterix del que es oyente fiel. En este caso fue Reich el que le propuso la idea, sin mucha esperanza de un sí. “Empecemos mañana”, fue la respuesta del Papu. Libres de humo, producido por Congo, lleva 15 episodios y también trepó rápido en el ránking de los más escuchados. “Mi sensación es que se vuelve un cable a tierra, una cuestión de curiosidad para probarse en otros campos y charlar con gente interesante. Buscamos entrevistados que generen un lindo diálogo, no una polémica para que después levanten el título en otro medio”, cuenta Reich, que reconoce las cualidades de Gómez como productor: “Hay entrevistados que me clavan el visto y no me contestan, entonces les escribe él”.

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Desde hace dos años, cuando Spotify agregó podcasts a su plataforma, el formato se volvió un fenómeno en Latinoamérica. Y en Argentina, que está entre los cinco países donde más crece el consumo en el mundo. Ese auge, sumado a la necesidad de hablar sin intermediarios y a la facilidad para realizarlos y subirlos, es el terreno sobre el que se sembraron ¡Hola! ¿Qué tal, cómo estás? y Libres de humo. “Desde que existe Instagram, cualquier celebridad se transformó en generadora de contenido. Pero el podcast muestra una faceta menos frívola del deportista. Al ser accesible, porque se graba en cualquier situación, es una manera sencilla de mostrarle al fan otra cara de lo que se le suele mostrar”, explica Agustín Espada, becario del Conicet y especialista en industrias culturales.

En 2006, en el comienzo de las páginas digitales, Norberto “Ruso” Verea subía en la madrugada del lunes un enlatado con el resumen de la fecha a los sitios de Clarín y Olé. “Absolutamente: eso era un podcast”, dice Verea, que aún recuerda las repercusiones de Fútbol Ruso, el podcast deportivo pionero: desde las felicitaciones de Valdano hasta los 100 mil plays semanales. El exarquero de Independiente y conductor celebra la nueva vía de los deportistas: “Es una posibilidad de comunicación. Y refleja una interacción más rica, que no es el hincha obnubilado recibiendo información de un periodista”. Aunque fiel a su personaje que busca abrir cabezas, avisa: “Este no es un mundo gratuito. Cuanto más conocido seas en este mundo de likes, también se abren otros lugares e ingresos”.