El freno a la actividad económica volvió a quedar reflejado en las estadísticas oficiales. El Estimador Mensual Industrial (EMI) divulgado por el Indecrevela que el sector manufactureroretrocedió 8,1% en junio respecto al mismo mes de 2017. Se trata del segundo mes consecutivo de disminución, aunque en mayo había sido mucho más leve (apenas 1,2%).

La caída se dio en casi todos los sectores. Los peores números se dieron en refinación del petróleo (-19,9%), industria automotriz (-11,8%) y productos de caucho y plástico (-11,1%). También tuvieron signo negativo y doble dígito la industria metalmecánica por fuera del sector automotriz (-10,9%), el sector textil (-10,8%) y la elaboración de sustancias y productos químicos (-10,0%).

La explicación termina derivando en la recesión desatada a partir de la fuerte devaluación, su consecuente traslado a precios y la suba de las tasas de interés. Sin embargo, cada sector tiene su particularidad. La caída en la producción de autos, por ejemplo, está vinculada al derrumbe de 37,2% en las ventas de unidades a los concesionarios. La industria metalmecánica sufrió por los menores pedidos de maquinaria agrícola y de insumos para línea blanca (heladeras, freezers, cocinas y lavarropas). En el bloque de productos minerales no metálicos (-3,7%) se destaca la disminución en el consumo interno de cemento, que empujó hacia abajo a todo el sector. Sólo zafaron del rojo intenso los números de las industrias metálicas básicas, que subieron 9,8% gracias a las obras de construcción que aún están en ejecución, aunque el informe sectorial ya advierte de una menor demanda para los pequeños emprendimientos.

“Por las características de la economía, a partir del segundo trimestre del año se esperaba una caída de la industria aunque no de semejante nivel. Lo que más sorprende es que haya sido generalizada. Esperaba que algunos sectores, como minerales no metálicos y metalmecánica, iban a poder escapar, pero no fue así. La caída es fuerte y llamativa”, señaló Martín Alfie, de la consultora Radar.

Aunque el acumulado del semestre todavía es positivo (1% de crecimiento con relación a la primera mitad del año pasado), el panorama para los próximos meses es negativo. La encuesta realizada por el Indec entre las grandes empresas consultadas para elaborar el estimador señala que son más las firmas que esperan una caída en la demanda para el tercer trimestre (45,8%) que las que prevén un ritmo estable (41,2%) o una mejora (13%).

Caen los permisos de construcción

Al mismo tiempo el Indec dio a conocer su Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que mostró una leve caída de 0,1% en junio con relación al mismo mes del año pasado. Aunque el saldo del primer semestre también es positivo con relación a 2017 (creció 10,9%), ya se advierten señales inquietantes para el futuro cercano. El caso más palpable es el de los permisos de construcción solicitados para la ejecución de obras privadas, que cayó 17,4%. En la obra pública las expectativas tampoco son favorables: el 65,6% de las constructoras que realizan trabajos con fondos estatales creen que la actividad decaerá en el próximo trimestre.