El miércoles 1° de abril, el plantel entero a cargo de las visitas guiadas del Teatro Colón, es decir, un total de 25 trabajadores, fue despedido de manera ilegal: la empresa que terceriza el servicio, Eternautas (nombre de fantasía de Goliardos SRL), informó la “dada de baja” con el decreto del Poder Ejecutivo ya vigente que los prohibía durante el plazo de 60 días. Además de la “causa sobreviniente”, en referencia a la pandemia de COVID-19, los dueños alegaron que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no realizó los pagos correspondientes desde octubre del año pasado.

“Tanto la empresa como las autoridades del Teatro Colón y el Gobierno de la Ciudad nos dejan en esta situación con el único aviso de un correo electrónico y, en tan sólo algunos casos, un telegrama de notificación por parte de la empresa”, se quejan los trabajadores en un comunicado emitido el miércoles, luego de una asamblea virtual para discutir los pasos a seguir.

Poco después de las nueve de la mañana, los 22 guías y los tres coordinadores, habían recibido un mail de la empresa que les informaba que “debido a la falta de pagos correspondientes a los meses de octubre, noviembre, diciembre de 2019 y enero, febrero y marzo de 2020, y la falta de contratación del servicio, hemos tenido que dar la baja a todo el plantel que trabajaba en el Teatro Colón”. Con el afán de mudar cualquier tipo de responsabilidad, el mensaje terminaba así: “Lo lamentamos profundamente, pero el Gobierno de la Ciudad no nos ha dado ninguna otra alternativa”.

En la comunicación oficial, es decir, en los telegramas de despidos que les llegaron sólo a algunos de los trabajadores, se atribuía la decisión “a la falta de trabajo, fehacientemente justificada no imputable a esta empresa ante causa sobreviniente, insuperable e imprevisible frente a la pandemia epidemiológica”, aunque enseguida se destaca que “el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha percibido por los visitantes el pago correspondiente y que a pesar de los reclamos realizados no ha efectuado el pago por el servicio de visitas guiadas (…) situación que hace imposible e insostenible proseguir la relación laboral”.

“Estamos respondiendo los telegramas declarándolos nulos por el decreto. También estuvimos viendo la posibilidad de que el Ministerio de Trabajo declare la conciliación obligatoria, como en el caso de la revista Pronto, pero nos explicaron que técnicamente no hace falta si los despidos son nulos. Hoy desde la empresa se comunicaron con una compañera y le confirmaron que íbamos a cobrar marzo, pero igual estamos en un limbo, somos 25 personas que no dormimos pensando en que nos quedamos sin trabajo”, explica Lucas Delgado, uno de los guías.

“Rechazamos las causales esgrimidas y exhortamos a Ricardo Watson y Lucas Rentero de Goliardos SRL y al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a rever su actitud y ajustarla conforme a lo establecido por el DNU 329/20 que ha dispuesto que los despidos y/o suspensiones se encuentran prohibidos y que los mismos ya no producirán efecto alguno”, agrega el comunicado de los trabajadores.

Precarizados

Tanto Lucas como sus compañeros destacan que “a lo largo de todos estos años hemos realizado visitas guiadas sin cesar de lunes a lunes, cuatro por hora, en español y en inglés para un amplio público de todo el mundo y colegios de todo el país. Hemos realizado nuestro trabajo sin ningún tipo de excepción a pesar de cualquier adversidad o irregularidad, siempre entendiendo que la gente de todo el mundo merecía conocer al Teatro Colón y su historia. Incluso lo hemos hecho una vez ya declarada la pandemia, poniendo en riesgo nuestra salud, la del resto de los empleados, la de nuestras familias y la de la comunidad, al estar en permanente contacto con público proveniente de países de riesgo por normativa del teatro y la empresa”.

“Tenemos compañeros que trabajan en el teatro hace siete años con contratos tercerizados. El Gobierno de la Ciudad no sólo paga tardíamente, sino que extiende los pliegos y en vez de hacer una nueva licitación, con contratos actualizados, extiende ilimitadamente los viejos. Todo el tiempo estamos firmando altas de contratación”, se queja Delgado.

“No tenemos delegados gremiales –concluye– porque somos tercerizados, así que nos organizamos más como una cooperativa. Por suerte, recibimos mucha contención y apoyo de los demás trabajadores del teatro. Nos han contactado y nos enteramos que van a pedirle al Gobierno de la Ciudad que de alguna manera nos absorba y no nos deje en la calle”.