Después de las corridas por el aceite desatadas la semana pasada, las góndolas argentinas vuelven a padecer, ahora por la manteca. El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, admitió que «va a faltar manteca», y aseguró que el problema se debe a que “hay decisiones empresariales de hacer queso, porque permite un mayor margen de rentabilidad».

Fiel a su estilo no intervencionista ante los designios del mercado, el funcionario PRO explicó que el gobierno nacional “no se va a meter” para resolver el faltante de un insumo básico de la canasta alimentaria de los argentinos, y dijo que «el Estado, cuando tiene que mediar, hay un punto en el que puede hacerlo y otro punto en que no».

Apuntó luego a los problemas que aquejan al sector lechero. «Lo que no podemos hacer es que cierren los números de los tamberos con plata que no tenemos», dijo Buryaile en declaraciones a Radio Uno.

El ministro volvió a asegurar que no habrá controles de precios en góndola. «Los controles de precios han fracasado en la Argentina. El controlar los precios con la pistola sobre la mesa es una historia que no dio resultado”, sostuvo.