Tienen nombres lindos, como “mandalas de la prosperidad”, “flores de
la acumulación”, “teoría del derrame” y “libre mercado”, pero no son
más que estafas.
A los métodos tradicionales para forrarse de dinero a costa de amigos
y conocidos, vinculados con la ingenuidad y el esoterismo, se sumó en
los últimos años la “Deuda de la Abundancia”. Se trata de una nueva
trampa, pero en este caso, no afecta sólo a un grupo de 10 o 20 personas, sino a millones de personas.
Esta variante del “cuento del tío” consiste en que “se toma una deuda
descomunal que terminarán de pagar los hijos de los hijos de los ciudadanos engañados”, dicen los expertos. Aunque aclaran que “también
la pagarán los hijos de los hijos de quienes no fueron engañados y se
dieron cuenta de la estafa desde un primer momento”.
De acuerdo con los especialistas, este tipo de delitos tiene lugar porque
“un 50 o 55% de los argentinos creen cualquier cosa que les dicen”.
Otros nombres que adquieren estas estafas son “pobreza cero” y “unión
de los argentinos”.