La presidenta de la Comunidad de Madrid no esperó que bajara la espuma de la celebración por el rotundo triunfo del martes cuando publicó en el Boletín Oficial del distrito un llamado a licitación para que dos consultoras privadas se encarguen de gestionar la millonada de euros que la Unión Europea destinará para la reconstrucción post pandemia. Isabel Díaz Ayuso, lanzada ya de frente a disputar el liderazgo de la derecha española en todo el país -y con aire como para aprovechar el momento tras el batacazo en las urnas- lanzó la convocatoria en los últimos días de abril, pero recién la publicó el miércoles con fecha de vencimiento para este viernes. Mientras tanto, en el oficialismo y los partidos de la izquierda tratan de cauterizar las heridas por la derrota que, en principio, llevó al retiro de Pablo Iglesias, uno de los fundadores de Podemos, la gran esperanza de cambios que se comenzó a gestar en las movilizaciones de los Indignados, hace diez años, y que ahora parece encaminada a un volantazo en el liderazgo.

Pero la pandemia no terminó, a pesar de que el proceso de vacunación está en marcha en toda la península.  Lo que si termina este domingo es el Estado de Alarma, a partir de lo cual cada comunidad tendrá la potestad de imponer restricciones según como vengan los casos de contagios y muertes. El dato es que para aplicar cualquier nuevo cierre o incrementar las medidas vigentes tendrán que recurrir a la justicia. También allá se judicializaron las decisiones sanitarias, Canarias, Navarra y Valencia Baleares ya tienen el visto bueno de los tribunales. Madrid aún espera definiciones, aunque la tesitura de la mandataria comunal fue desde el inicio por la apertura.

Para la agrupación de Iglesias, el golpe fue muy fuerte, al punto que el profesor de la Universidad Complutense de Madrid dijo que daba un paso al costado y dejaba todos los cargos públicos, partidarios y que incluso se retiraba de la política. Consideró que había sido un obstáculo -sobre él la derecha lanzó todos los dardos que tuvo al alcance- y que considera que es lo mejor para al sector que representa y supo construir desde 2013. Su pelea con Iñigo Errejón fue un gran error que dejó consecuencias en el gobierno de la capital española y afectó sin dudas el posible control de la Comunidad. Para el argentino Pablo Echenique, vocero del partido, el paso que dio Iglesias es una buena noticia porque permitirá reconstruir la unidad.

Diaz Ayuso, en tanto, no perdió el tiempo y con el concurso para gestionar los fondos de la UE espera convencer de que los hasta 20 mil millones de euros de la UE serán administrados con una transparencia que el PP no fue capaz de demostrar con los últimos gobiernos madrileños.

Para Comisiones Obreras, la confederación sindical ligada al Partido Comunista en su origen,  Díaz Ayuso “dilapidará los fondos estatales en pagar a empresas privadas y anular los contratos públicos de los profesionales de refuerzo contagiados”. Es que entre las propuestas a financiar figuran hospitales que consideran innecesarios. Y cuestionan la privatización de los tests de PCR, la contratación de hoteles para alojar a enfermos de coronavirus y de firmas privadas para la vacunación. La crítica es que por el mismo dinero, o menos, podría contratarse a paramédicos. “Riega de dinero a las empresas privadas mientras abandona todos los eslabones de la Sanidad Pública y rescinde los contratos de los profesionales contratados para refuerzo Covid”, acusa CCOO.

En el gobierno nacional, a todo esto, Pedro Sánchez busca el modo de capear el temporal. Pero el PP ya huele sangre y espera poder tomarse revancha de la arremetida que en 2018 Sánchez e Iglesias emprendieron para terminar con el gobierno de Mariano Rajoy. En el gobierno nacional, a todo esto, Pedro Sánchez busca el modo de capear el temporal. Pero el PP ya huele sangre y espera poder tomarse revancha de la arremetida que en 2018 Sánchez e Iglesias emprendieron para terminar con el gobierno de Mariano Rajoy.