Para Diego Ripoll volver a estar frente a un micrófono es una enorme alegría y –casi– una necesidad vital. Su regreso al aire se hizo realidad con su incorporación a Hola, ¿qué tal? (lunes a viernes de 13 a 16), el programa de Nacional Rock que se propone brindar una mirada diferente de la compleja y sinuosa realidad de todos los días. Compartir un espacio con Calu Bonfante y Natalia Carulias era un anhelo para Ripoll, por eso aceptó sin dudar cuando se lo propuso Mikki Lusardi, directora de la radio.

“Mikki es una amiga y un profesional que respeto, no podía decir le que no. Más si era para hacer algo con Calu y Natalia, con quienes veníamos amenazándonos de trabajar juntos hace mucho. Sumarme a su programa es un lujo, una linda nueva etapa”, afirma el conductor que había dejado Basta de todo de Radio Metro hace unos meses, de una manera algo desprolija y no había vuelto a trabajar.

Hola, ¿qué tal? sintoniza a la perfección con su estilo: incluye información, pero también apuesta al humor para que aunque sea por un rato el oyente no se atiborre de números y conflictos políticos. “En el equipo hay química y esperamos poder transmitirlo con la mejor onda. Contamos lo que pasa, pero queremos reírnos con las locuras que se nos ocurren. Es un programa para una mejor salud mental”, señala el conductor

Ripoll afirma que se encuentra en un punto de madurez de su vida profesional en el que tiene muchas ganas de seguir haciendo radio. “Me gusta comunicar y tengo diferentes estilos: lo puedo hacer desde un lado más formal como locutor, desde un personaje con humor y desde lo absurdo. Esa mezcla me permitió estar en distintas radios, en Kabul, en Metro, en Mega… Porque me pude adaptar a la propuesta de cada espacio. Siempre me gustó jugar con la voz, para divertirme con mis amigos y ya de grande para trabajar”, comenta Ripoll.

El locutor confiesa que nunca olvidará sus años con Fernando Peña: “Fueron tres y de puro aprendizaje. Poder trabajar con el mejor de todos fue un privilegio, sin dudas. Él cambió la manera de hacer radio. Me enseñó que hay que animarse a explorar todos los terrenos posibles. Y que desde un personaje podes decir cosas que si fueras vos en primera persona, no sonarían tan bien. El humor te da cierta inmunidad“.

La radio tiene magia y para Ripoll “está centrada en el intercambio que se genera con los oyentes. Ahí se fabrica un lenguaje propio de cada espacio, como un código que cada programa genera entre los que están al aire y los que escuchan. Esperemos que con este programa poder lograrlo”.

–¿Estar una radio estatal de alcance nacional es una responsabilidad distinta?

–Es algo hermoso. Siento que me están dando la camiseta de la selección. Es algo que obvio tenemos en cuenta y queremos tener una manera de hacer humor que englobe todo eso. Apostamos a que vamos a poder generar un ida y vuelta con los que nos escuchan en cada provincia. Soy curioso, voy a querer saber cómo y quién nos escucha. Para salir de este AMBA contagioso, para tomar otros aires

–¿Después de tantos años de Basta de todo cómo sentís que cerraste esa etapa al lado de Matías Martin?

–Después de estar diez años poniendo todo para que brillara el programa, y no buscando la notoriedad personal, sé que dimos todo con Matías y el equipo. Crecimos juntos, nos conocimos mucho, también nos han premiado no sólo con galardones como Martin Fierro o demás, sino con una experiencia única: viajes, experiencias, horas compartidas. Fue algo atípico para un programa de radio argentino lo que nos sucedió, y en definitiva no tengo otra cosa para decir que la pasamos muy bien. Los finales no son siempre como uno quiere, pero no es lo más importante. Hay algo más grande que es eso que supimos construir con la audiencia. Cada uno tomó su camino y es algo natural luego de tanto. Ahora tengo la cabeza en otra cosa.

–¿Es volver a empezar?

–Es hacer un programa con gente que admiro y que quiero y respeto profesionalmente. Es volver a tener esa adrenalina de lo nuevo. Son tiempos complejos y la pandemia es una oportunidad para apreciar todo lo que aprendí y tratar de llevar adelante algo que se pueda disfrutar. Es una recompensa a los años de trabajo tener la oportunidad de hacer un programa con tanta libertad creativa.

–¿Cómo te trató esta pandemia?

–No estuve exento de las dificultades que nos planteó a todos. Veníamos de un 2019 terrible con una devaluación enorme y todas las dificultades económicas y sociales de un proceso anterior, que no nos tenía tampoco en la gloria. Y todo eso fue rematado con una pandemia mundial. Así que imaginate. La pandemia fue algo nuevo, nos fuimos acostumbrando pero cuando la cuarentena era estricta en 2020, era todo temor, nos bañábamos si salíamos a la esquina. Es una angustia que dejó huella en la salud mental de todos. En lo personal también se sumó el final de Basta de todo y mi salida de la radio, la cual me hubiese gustado que sea más clara. Pero bueno hay gente que la pasó mucho peor que yo, soy consciente de ello, así que no me quiero quejar. Argentina siempre nos enseña a seguir adelante, en eso estamos.

–¿Qué esperas este año para nuestro país?

–Este tiene que ser un tiempo de paciencia, de aprender a ser calmos. Estamos todos muy encima de todas las cosas que pasan. Como si un crítico de cine te comentara cada fotograma y no la película. Encarando los detalles nos perdemos la perspectiva de las cosas. Veremos qué pasa porque todo el planeta está en apuros, y a veces parece que nos olvidamos. Aunque no hay que caer tampoco en la trampa de las comparaciones, porque cada economía y sociedad son distintas. Pero bueno es así. Todos opinamos sobre todo, todos somos expertos y todos tenemos la solución. Pero no es tan fácil.

–¿Las diferencias son ya definitivas?

–Uno cree que fue esperanzador cuando vimos a un gobernador, un jefe de gobierno y un presidente juntos, solucionando algo de todos los problemas que tenemos. Pero volvimos a caer en el tironeo ridículo de no solucionar nada. Veremos si esas diferencias que no se pueden solucionar igual nos permiten construir algo colectivo. Dos o más veredas opuestas, pero todas rodeando una calle que nos lleva a algún lado. Hay días que crees que se puede y otros que no. Siempre hay que meterle una sonrisa debajo del barbijo, y es el espíritu que ojalá que podamos transmitir en el programa.

{{ recu inicio }} Hola, ¿qué tal? Conducción: Diego Ripoll, Calu Bonfante y Natalia Carulias. De lunes a viernes a las 13 y hasta las 16, por FM 93.7 Nacional Rock.{{ recu fin }}