La presión de las fábricas nacionales y de las economías del interior del país obligó esta semana a la alta dirigencia de la Unión Industrial (UIA) a participar de la mesa de diálogo que impulsa la Iglesia Católica, los gremios que integran el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN), los movimientos sociales y la CTA de los Trabajadores.

Las industrias son las empresas menos favorecidas por la política económica de Cambiemos y las que más frecuentemente declaran en contra de las condiciones para los negocios.

Sin embargo, a la hora de los bifes, las presiones internas pesan más y, por ahora, dominan la posición mayoritaria.

El clero y los sindicatos apuestan que la UIA firme el documento para potenciar el impacto en los albores de la campaña electoral, pero en el seno de la central aseguran que las chances son pocas.

A la par, entidades representativas de las pymes, que correrían gustosas a suscribir la misiva, ni siquiera fueron consultadas para la elaboración del borrador que circula desde el jueves. 

El nivel de la tasa de interés, la caída del mercado interno, la falta de financiamiento y la recesión son los tres ejes principales de las críticas del sector industrial.

El martes, cuando el borrador de la Iglesia y los sindicatos estaba casi listo, la Junta Directiva de la UIA, que está integrada por los dirigentes de todo el país, pujó para que la asamblea discuta el contenido del texto y eventualmente firme. Pero los vicepresidentes Daniel Funes de Rioja, referente de las alimenticias, y Cristiano Rattazzi, hombre del sector automotriz resistieron por razones «políticas» y en defensa de «las industrias que pagan impuestos».

La presión fue tanta que el presidente de la UIA, el dirigente aceitero Miguel Acevedo, que también se opone a firmar, accedió a sumarse a la mesa de diálogo en representación de las industrias de todo el país. Pero en el sector interpretan la actitud de Acevedo como una jugada para descomprimir y retomar el control de una reunión caliente.

El texto, que lleva el título de «Una Patria Fundada en la Solidaridad y el Trabajo», se presentó el jueves ante la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que elogió la confluencia de sectores y abogó por políticas que tiendan a reducir las tensiones sociales.

En sentido general, el mensaje propone avanzar, según sus propios términos, en un proyecto que subordine la economía a la política, defienda la industria nacional, acompañe empresas en situación crítica, reconozca la importancia de los sindicatos, establezca un marco jurídico «favorable» a las cooperativas, desarrolle el medio rural con prioridad a las economías regionales, privilegie a las personas por sobre la rentabilidad y ponga en valor el Consejo de la Economía Popular.

Por ahora el único apoyo en firme es el de los redactores y el de algunos empresarios que asistieron el jueves ante la CEA en forma particular.

Entre los compositores figuran por el lado del FSMN el dirigente del gremio de los Canillitas, Omar Plaini; Hugo Yasky de la CTA; Ricardo Peidró, de la CTA Autónoma; Cachorro Godoy, de ATE; el empresario Guillermo Moretti, de la UIA y de la UISFE;   la CTEP y Cooperar, entre otros, aunque tampoco ellos firmaron con nombre y apellido sino como Mesa de Diálogo por el Trabajo y la Vida Digna.

El apoyo concreto de las cámaras empresariales y de los pesos pesados con nombre y apellido sigue por ahora trenzado en la interna de la central industrial.

Los argumentos de Cristiano Rattazzi pasan por su tradicional ultraliberalismo y su simpatía con (o su pertenencia a) al proyecto del gobierno nacional.

Daniel Funes de Rioja, en cambio, defendió intensamente los intereses de las grandes industrias alimenticias que temen el avance de las cooperativas del interior del país.   

La oposición de Rattazzi y Funes de Rioja al documento cosecha críticas incluso dentro del Consejo Directivo de la UIA. 

Un secretario consultado por Tiempo atacó la actitud de esos dos dirigentes y defendió que «la mayoría estamos trabajando en una posición conjunta. El documento describe lo que pasa e incluso ya está en manos de algunos funcionarios del gobierno. Ahora hay que esperar a que (dentro de la UIA) las firmas se pongan de acuerdo porque lo tiene que apoyar todo el Consejo».

Otro empresario aseguró que en la UIA «la posición es casi unánime a favor del comunicado crítico» pero aún así la chance de que la entidad fabril apoye con su firma es poca. El hombre a convencer «es Funes de Rioja. Él representa una industria muy pesada y es el que antepuso que si se favorece a las cooperativas de alimentos pueden aparecer empresas vendiendo sin pagar impuestos». «

Huelga de inversiones: caen 16,3%

Mientras las empresas se traban en internas frente al proyecto de Cambiemos los números concretos de las inversiones dicen que la desconfianza de las firmas en la economía nacional sigue cayendo.

Según el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) los desembolsos  de las empresas cayeron un 16,3% en octubre comparados con los del mismo mes del año pasado y quedaron por debajo de la marca de 2015.

El número confirma los adelantos que hicieron los ejecutivos de las empresas que ya en el tercer trimestre informaron en encuestas públicas y privadas que la recesión iba a impactar en los proyectos a futuro.

Los planes contemplan achicamientos o mantenimiento del personal en el marco de un persistente enfriamiento de la economía.

Algunos empresarios afines al gobierno como Paolo Rocca, de Techint, creen que la economía apreciará una reactivación para el segundo semestre de 2019, pero la opinión mayoritaria y anónima es que las inversiones seguirán siendo moderadas a bajas.

El informe señaló que en el décimo mes las inversiones en la construcción cayeron el 6,4% respecto a igual tramo de 2017 afectadas por el descenso de la obra privada y el de la obra pública.

«El único sector que sigue en terreno positivo es el de las obras petrolíferas. Por su parte, el Equipo Durable de Producción (EDP) tuvo un descenso de -26,6% anual», detalló el Indicador Mensual de Inversión (IMI).

Según el informe, los sectores más afectados fueron metalmecánica, minerales no metálicos y químicos y plásticos.