En la escalada de maltratos hacia los investigadores argentinos, se ha avanzado un nuevo escalón mediante el sadismo burocrático. Cuatrocientos once científicos que presentaron sus proyectos al Conicet en marzo de 2017 recibieron como respuesta del organismo –casi un año más tarde– que se les informará si fueron o no aceptados a lo largo de 2018. Esto es: esperen sentados que entre marzo y diciembre se les notificará si tienen o no trabajo. Lo que parece un mal chiste no lo es. Desde el organismo los llaman los “Pendientes”, una nueva categoría entre los científicos nacionales. Ellos prefieren evitar los eufemismos e hicieron pública su situación con un documento que los reúne bajo el nombre de “Investigadorxs Discriminadxs por Edad”.

Hasta el momento, desde el ministro Lino Barañao hasta las autoridades del Conicet, hacen silencio de radio respecto de la situación de estos investigadores. Mientras tanto la institución recurrió a un recurso oscuro y laberíntico, los dejó en un limbo. La razón esgrimida: la edad. Que, además, no es requisito para ser aceptado en la institución de investigación científica por considerárselo discriminatorio a partir de la Ley 27.385 de 2017 que eliminó el decreto de la dictadura de Lanusse que imponía el límite de edad.

Cabe aclarar que el promedio de edad de los investigadores y científicos afectados es de 37 años, por lo que se encuentran en la plenitud de sus carreras. Todos ellos se han reunido en torno a la Comisión contra la Discriminación Etaria en Ciencia (CODEC), denuncian que el accionar del Conicet “atenta contra el principio constitucional de legalidad” y reclaman que “subsane el acto discriminatorio contenido en la Resolución 4141/17”. Dicha resolución es la que los excluye de ser incluidos en el curso normal de ingreso a la carrera de investigador.

Sus reclamos se concentran en tres puntos centrales: primero, que se informe “cuáles son los criterios sobre los que confeccionó la lista de los 411 postulantes discriminados en la categoría de ‘pendientes’”. El segundo punto es que se les proporcione “los dictámenes de las Comisiones Asesoras y la Junta de Calificación y Promoción, así como los informes técnicos en forma previa al próximo llamado”.

Y por último, reclaman que “culmine el proceso de evaluación que dejó inconcluso, aplicando la ley que elimina los requisitos de edad” para ingresar a la carrera de Investigador.

El documento completo:

411 investigadorxs sin igualdad ni legalidad en la evaluación de los ingresos CIC 2017 del CONICET

Cuatrocientxs once (411) investigadorxs hemos sido excluidxs de la evaluación correspondiente al Ingreso a la Carrera de Investigador/a Científicx y Tecnológicx 2017 sin otra razón que nuestra edad, a pesar de que la Ley 27.385 –sancionada el 13 de septiembre de 2017 y promulgada el 3 de octubre de 2017- elimina los límites de edad establecidos en el estatuto del CONICET sancionado en 1973 por un decreto-ley de la dictadura de Lanusse. En vez de ajustarse a derecho, revisar nuestras evaluaciones y terminar con toda discriminación etaria, el Directorio del organismo reprodujo en diciembre pasado la discriminación al separar a un grupo de postulantes con el único criterio de la edad.

Violando la prohibición de discriminación etaria, el CONICET considera “oportuno y conveniente” someter a lxs 411 a un nuevo proceso de evaluación durante 2018 (resolución 4141/17). Sin embargo, la Ley 27.385 no generó ninguna disposición transitoria, sino que derogó el requisito etario a partir de su entrada en vigencia, en octubre de 2017. Por ende, al CONICET no le asiste margen alguno para decidir cuándo entra en vigencia la prohibición de discriminación etaria: al reglamentar en los hechos la Ley 27.385, violando claramente su espíritu, atenta contra el principio constitucional de legalidad. Al no examinarnos según la ley vigente y al habernos segregado en la categoría que CONICET cataloga como “pendientes”, continúa aplicando de hecho el criterio etario ya derogado, dejándonos en situación de desigualdad ante la ley y de suspensión de derechos.

Exigimos que el CONICET cumpla con la ley y por la cual 411 postulantes fuimos discriminadxs por edad. En ese camino exigimos al CONICET que para cumplir con los principios constitucionales de legalidad y de igualdad:

• Informe cuáles son los criterios sobre los que confeccionó la lista de lxs 411 postulantes discriminadxs en la categoría de “pendientes”.
• Proporcione a lxs postulantes discriminadxs los dictámenes CIC 2017 de las Comisiones Asesoras y la Junta de Calificación y Promoción, así como los informes técnicos en forma previa al próximo llamado CIC 2018.
• Culmine el proceso de evaluación que dejó inconcluso, aplicando la ley que elimina los requisitos de edad para ingresar a la CIC, reajuste los puntajes de los excluidxs por edad a las exigencias de la categoría inicial de la carrera y disponga el ingreso a la misma de aquellxs que superen la línea de corte ya establecida.

De no cumplir estas demandas, CONICET persistirá en la ilegalidad como órgano del Estado y nos volvería a colocar en situación de desigualdad, en competencia con nuestrxs propixs compañerxs discriminadxs por edad y en una trampa que es a todas luces ilegal e inconstitucional.

Investigadorxs Discriminadxs por Edad
CODEC (Comisión contra la Discriminación Etaria en Ciencia)
10 de enero de 2018