Desde que asumió Mauricio Macri y su ministro de Modernización, Andrés, Ibarra, se puso en marcha el rediseño no sólo del Estado sino la reconfiguración del mapa productivo de la Argentina. La empresa vasca Tecnalia comenzó a visitar el país, tuvo encuentro con funcionarios y grandes empresarios, y ahora pretende rediseñar el Instituto Nacional de Tecnología Industrial al servicio de las necesidades de la Unión Europea, bloque con el gobierno pretende acercar al Mercosur. Las áreas a las que le echaron el ojo son la energía y la alimentación. 

“La relación del INTI con el Centro de Investigación de los Países Vascos, Tecnalia está referido, en un marco general, en el proyecto ELAN (European and Latin American Business Services and Innovation Network) en el que participan diversas instituciones vinculadas al desarrollo tecnológico de América Latina y Europa, y financiado por la Comisión Europea (CE) aspirando a aumentar y diversificar la presencia económica de Europa en Latinoamérica con el fin de dar cobertura a la demanda de conocimiento y tecnología innovadora. Tecnalia lidera este proyecto. La agenda de temas impulsada por los europeos con Latinoamérica son los llamados nuevos negocios tecnológicos: Industria 4.0, Biotecnología, Energías Renovables y TIC`s. Esto es una agenda interesante, pero enteramente pensada desde la visión eurocentrista”, señala Bruno De Alto, especialista en gestión de la tecnología y la innovación del Centro de Investigación y desarrollo de micro y nano electrónica del INTI.

La consultora Tecnalia estuvo investigando la estructura interna del INTI y elaboró un llamado “masterplan” que pretende implementar la gestión de su presidente, Javier Ibáñez, y que incluye un rediseño del mapa productivo nacional ya que destruye los 54 centros de investigación para crear tres grandes áreas de investigación en función de “movilidad”, “energía” y “alimentación”.

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Tiempo tuvo acceso a un documento interno de la empresa que da cuenta de las visitas que se realizaron en octubre de 2017 a las instalaciones que tiene en la provincia de Buenos Aires, que fueron complementadas por entrevistas por skype con “las personas referentes a cada uno de los ámbitos”. Sin embargo, Tecnalia ya había tenido contacto con funcionarios del INTI en noviembre de 2016, cuando esa empresa realizó unas jornadas en las oficinas de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en las que expusieron los ingenieros Hugo Monté, vicepresidente del INTI y Juan Pedro Córica, gerente de Comercialización. También se realizaron otras jornadas en junio de 2016 en las que además de CAME se sumó de manera institucional el propio, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCyT), Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) y TECNALIA. 

Hubo otra reunión reciente, el 26 de enero del 2018, de la que participaron las organizaciones empresarias Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), de la Mediana Empresa (CAME) y Unión Industrial (UIA).

Los motivos de la reunión, según promocionaron, fueron “identificar y explorar los retos tecnológicos y de mercado que tiene Argentina como país, en base al Plan Estratégico Argentina Innovadora 2020 y presentar la oferta de las empresas europeas, así como su respuesta a los retos de país planteados y las necesidades de los socios locales para llevar a cabo nuevos negocios”.

El “masterplan”

En un lenguaje coorporativo, entre liviano y esperanzador, se exponen en las 72 filminas de un power point el “en la que cuentan cómo se trazaron “una metodología de trabajo” en la que se tomaron el tiempo de analizar “contexto político + Contexto sectorial argentino”, propusieron una “selección de líneas de investigación y desarrollo (ID), y la “identificación y diseño de proyectos”. Toda esta información sirvió de insumo para la elaboración del llamado “masterplan” que prenderá definir los lineamientos de la producción del país.

Para esto trazan un “mapa de proyectos” que incluye grandes áreas de investigación a las que llaman “innovation center”. Hay una movilidad, otra para energía y otra para alimentación saludable, cada área tendrá su “open lab” en reemplazo de los 54 centros actuales. 

Según afirman los especialistas vascos, estos centros serán “referentes en innovación, para la generación de valor orientado al mercado, integrando conocimiento, tecnología y desarrollo industrial”. “Este proyecto permitirá a INTI ser una figura catalizadora de la política de innovación argentina, fomentando la cultura de innovación en la sociedad y el desarrollo tecnológico en el tejido empresarial nacional”, aseguran.

Esta empresa también sugiere al Estado argentino la venta de los inmuebles y tecnología instalada para producir “quick wins”, es decir, ganancias rápidas. 

Tal como sugiere la filmina 66, “la comercialización de activos existentes” le hará tener un rápido ingreso de dinero. Muy al fondo, ya en la página 69 aparece una denominación que advierte en la posible implementación del “colaborador acreditado” que serán unos 300 “consultores / ingenieros acreditados”, una figura privada de control a los productores, también privados.