La espera terminó. Puerta 7 ya está disponible en más de 190 países. La ambiciosa nueva propuesta de Netflix es una historia argentina, realizada por argentinos, en la Argentina. La serie dirigida por Israel Adrián Caetano retrata las aventuras y desventuras de Ferroviario, un club de fútbol que conoció las mieles de las consagraciones internacionales y hoy se entusiasma con una posición expectante en el torneo local. Pero las circunstancias deportivas funcionan apenas como un telón de fondo. Puerta 7 se debate entre la tensión de una barrabrava siempre sedienta de poder y negocios, mafias externas que quieren expandirse y una dirigencia que parece proponerse –con contradicciones medulares– retomar la conducción del club.

La historia fue creada por el estadounidense Martín Zimmerman (Narcos, Ozärk) y cuenta con un amplio elenco que incluye a Dolores Fonzi, Esteban Lamothe, Carlos Belloso, Juan Gil Navarro, Antonio Grimau y Daniel Araoz, entre otros. La productora local detrás del proyecto es Polka. Los primeros capítulos de Puerta 7 revelan un entramado que da lugar a crímenes, negociados, corrupción, luchas de poder, folklore futbolero y pinceladas de corrección política.

El eje del relato se desarrolla a partir de las disputas entre Diana (Dolores Fonzi), la flamante responsable de Seguridad del club, y Lomito (Carlos Belloso), el líder de la barrabrava, asistido por su lugarteniente y brazo armado Fabián (Esteban Lamothe). Pero la estructura narrativa es coral, lo que facilita ingresar a la serie desde múltiples personajes y –al mismo tiempo– les quita calado. Las producciones que apuntan a una masividad global deben resolver diversas tensiones y una de ellas es si priorizan las lecturas locales o las internacionales. Puerta 7 parece haber cedido ante esta última. La historia puede resultar muy reveladora para el público extranjero, seducido por una mafia encastrada y beneficiaria de una verdadera pasión popular, y menos sorprendente para los seguidores de esta parte del mundo, que deberán sortear algunos subrayados recurrentes.

Dolores Fonzi y Esteban Lamothe hablaron con Tiempo sobre una experiencia que los entusiasma y en la que depositan múltiples expectativas.

–¿Cómo recibieron la propuesta para ser parte de Puerta 7?

Dolores Fonzi: –Cuando nos convocaron no sabíamos que finalmente Netflix tendría una participación tan importante. Pero ya desde el primer momento quedó claro que sería un proyecto muy rico. El personaje de Diana me resultó muy atractivo desde el minuto uno y se me hizo imposible no aceptar la propuesta. Además, el talento del elenco y la mano de Caetano me dieron todavía más seguridades.

Esteban Lamothe: Yo tenía muchas ganas de laburar con Israel (Adrián Caetano) porque lo admiro mucho y por fin se dio. Además, estaba Dolores, que es mi amiga. En su momento me llamó la gente de Polka y los guiones me gustaron desde el primer momento. Así que todo cerraba. Sabía que se podía hacer algo muy bueno con todo eso. Puerta 7 es una especie de western del Conurbano, por decirlo de alguna manera. Así que viví esta experiencia con un entusiasmo muy grande desde el primer momento.

–La serie se desarrolla con el telón de fondo de la pasión argentina por el fútbol. ¿Cómo se llevan con el fútbol?

D. F.: –La verdad que es un tema que no sigo para nada. No me engancho, no es lo mío. A lo sumo hago algún comentario de ocasión en alguna reunión social, como para no parecer una extraterrestre (risas).

E. L.: –Soy hincha de Boca, pero no fanático. Si juega Boca y no puedo ver el partido, por el motivo que sea, no me afecta para nada. Aunque sea un Boca-River. Sí soy muy fanático del boxeo. Podría decir que para construir la pasión que tiene mi personaje con el fútbol me alimenté de lo que siento por el boxeo. De más chico iba a la cancha y tuve una experiencia muy fea. Me acuerdo que era la época del Colorado McCallister y el Ñol Solano, y Boca jugaba contra Racing. Si empataba, River salía campeón. Y empató. Así que los de la barra se agarraron entre ellos, se armaron corridas y a la salida nos pegó la montada. Fue algo bastante heavy y me alejó del fútbol.


Lo que viene

Si todo marcha bien, las series contemporáneas suelen pensarse para más de una temporada. Ese desarrollo permite profundizar más las historias y –sobre todo– fidelizar espectadores en la cada vez más compleja agenda de la ficción en streaming. La recepción que tenga por parte del público es un factor fundamental y suele medirse por una serie de algoritmos que se juegan a las pocas horas de su estreno. Edha, la primera serie que Netflix produjo en la Argentina, no logró superar los diez episodios iniciales. Pero Puerta 7 parece haberlo logrado incluso antes del estreno que se produjo este viernes. No hay confirmaciones oficiales, pero más de un actor del elenco deslizó comentarios en ese sentido.

–El personaje de una jefa de seguridad mujer tiene antecedentes en la vida real, pero muy ocasionales. ¿A la trama de la serie le permite jugar con otra dinámica?

D. F.: –Sí, yo creo que la enriquece, permite articular con los personajes de otra manera. Sabemos que no es algo muy recurrente. Es un cargo de mucho poder, atravesado por múltiples presiones, y Diana lo ejerce según sus convicciones. Aunque parezca imposible, ella quiere cambiar las cosas y sacar a los barras. Nunca baja los brazos y se manda.

–Fabián es muy violento, pero se justifica viéndose como una especie de Robin Hood.

–Es una de las cosas que más me sedujeron del personaje: a la mañana puede torturar a alguien y a la tarde está ayudando a Mario (Ignacio Quesada) para que tenga una vida familiar y económica mejor. Se mueve en esa dualidad. Leyó unos cuantos libros comparado con su entorno y al mismo tiempo se mueve con seguridad en un ambiente espeso. Digamos que tiene una parte muy Bruce Willis y otras más Ulises Dumont, que es mi actor argentino favorito.

–¿Qué ventajas y desventajas tiene participar de una historia coral?

D. F. –A nivel práctico estás más relajado. Grabás un día sí, otro día no. Quizás tenés alguna semana de completo descanso. Eso está genial. Pero no para laburar menos, sino porque te permite reflexionar más y rectificar lo que sea necesario. Con un rodaje de cuatro meses siempre es bueno poder parar.

E. L.: –Ninguna frecuencia de laburo garantiza nada. Pero si pudiera elegir, optaría por filmar tres días a la semana, sin descansos entre medio para no perder ritmo. Pero en la Argentina, por más que esté Netflix detrás, se filma por locaciones. Quizás un director como (Alejandro González) Iñárritu se puede dar el lujo de acomodar el rodaje al crecimiento de los personajes y la historia. Pero acá siempre se trabaja en función de la locación.

–¿Argentina comienza a tener mayores posibilidades de inserción en la industria del entretenimiento global en la era del streaming?

E. L.: –Creo que sí. Tanto Netflix como Amazon, entre otros, están más decididos a producir en nuestro país. Y creo que en la Argentina hay un potencial enorme: tenemos actores, guionistas y técnicos de mucho talento. Todo está listo para explotar. Puede pasar como con el trap, que empezó en otro lado y acá se desarrolló hasta lo inimaginable y ahora circula por el mundo. Creo que si las plataformas hacen las cosas bien van a aparecer muchas series y películas de calidad. No hay techo.

–¿Las barrabravas encarnan un modelo argentino de mafia?

D. F.: –Son espacios de poder y corrupción que se sostienen en redes profundas. Es justamente su cercanía al poder lo que genera su impunidad. De una u otra manera eso pasa en todos lados, aunque de diferentes formas. Se necesita erradicar la violencia de todos los ámbitos. Las mujeres sabemos muy bien cómo es padecerla a diario. El gran problema social es la violencia y viene del patriarcado. Pero no me quiero poner pesada.

E. L.: –Pero es así. El fútbol es un ámbito muy de varones. Recién ahora las chicas pueden tener una liga profesional. Pero tuvieron que pelear un montón y las diferencias con el fútbol masculino a nivel infraestructura y remuneraciones siguen siendo siderales.


Puerta 7

Creador: Martín Zimmerman. Director: Israel Adrián Caetano. Guionistas: Martín Zimmerman, Patricio Vega. Elenco: Dolores Fonzi, Esteban Lamothe, Carlos Belloso, Juan Gil Navarro, Daniel Aráoz, Antonio Grimau, Ignacio Quesada. Disponible en Netflix.


Caetano y Zimmerman, los directores técnicos

El creador de Puerta 7 es el estadounidense –de madre argentina– Martín Zimmerman. En su currículum se destacan sus trabajos como guionista en las series Narcos (primera temporada) y Ozärk. Zimmerman conoce desde adentro el funcionamiento y las necesidades de Netflix: «Siempre tenés que pensar en contar un cuento legible para culturas diferentes», destaca. Pero también señala que no existen recetas perfectas, por eso siempre hay que estar alerta y seguir buscando. «Puerta 7 también es una historia de pertenencia y de la lucha por sobrevivir en condiciones muy particulares. Eso la hace universal. Las mafias generan en los espectadores la fantasía de liberarse de ciertas normativas sociales y ese es otro de los factores con los que puede seducir esta serie», puntualiza.
El director Israel Adrián Caetano, por su parte, asegura que formó un equipo de trabajo muy sólido con Zimmerman y que esa química se dio de manera natural, sin condicionantes. «A mí me gustan las historias clásicas, creo que son las que perduran. Puerta 7 puede ocurrir en cualquier parte del mundo porque es una trama de poder y violencia. Pero el fenómeno de los barras en la Argentina le da un condimento único que no es para nada menor. Entonces la serie ofrece al mundo algo comprensible y a la vez desconocido. Es un poco lo que nos pasó a casi todos: nosotros conocimos a la mafia italiana porque vimos El Padrino»,


Netflix y el futuro

El lanzamiento oficial de Puerta 7 estuvo precedido de un evento en el que Netflix presentó y adelantó un nutrido lote de producciones realizadas en la Argentina. Estuvieron presentes Reed Hastings, el director ejecutivo de la empresa, y Francisco Ramos, vicepresidente de Contenido para Latinoamérica y España. Ramos destacó que Netflix inaugurará oficinas en la Argentina, aunque todavía no está confirmada la fecha. Pero inmediatamente aclaró que la política de la empresa no es reemplazar a las productoras locales, sino «asociarse y potenciar la llegada de sus ideas». «Netflix demostró que las ficciones de éxito no sólo provienen de EE UU. Eso es el pasado. Ahora vivimos un etapa de grandes desafíos para los protagonistas de la industria del entretenimiento en todo el mundo», aseguró.
En tiempos donde crece aceleradamente la competencia entre plataformas de streaming, Ramos enfatizó que Netflix apuesta a una política clara: «En un escenario de mayor diversidad de oferta, creemos que le tenemos que dar a nuestros clientes y potenciales clientes una mejor experiencia. Por eso apostamos, cada vez con mayor compromiso, a los contenidos originales. El tiempo dirá cuántas plataformas se mantienen activas, pero creo que Netflix seguirá siendo la inevitable.»