Matria nuestra, el sexto trabajo discográfico de Adriana Martínez, está compuesto por un puñado de canciones que forman parte de la memoria cultural de nuestro tiempo.

La cantante, que además es pintora y productora teatral, es una mujer comprometida con la realidad social de nuestro país y su flamante disco forma parte de la serie «Exilios», que inauguró con la edición del álbum Exilio, publicado en 2013. A esta placa le siguieron Exilio II (2014), Desexilio y amores, (2016), Mensaje (2017) y Cálice (2018) y dos DVDs registrados en vivo Presentación de Exilios y Exilios II (2015) y Presentación de Desexilio y amores (2016).

No es casual que Martínez ponga el acento en temáticas relacionadas con lo social y con el dolor de tener que abandonar el lugar de pertenencia. Ella misma debió buscar refugio en México en la época de la dictadura cívico militar que asoló la Argentina en los 70.

Esta experiencia, sumada a su labor con artistas como León Ferrari, Luis Felipe Noé, Carlos Gorriarena y Leónidas Lamborghini entre otros, la nutrió de lo necesario para poder expresar por medio de su voz los sentimientos y las vivencias de las personas que habitan esta región del planeta.

Sus sentimientos se ven reflejados en temas como «Zamba pana no morir» (Lima Quintana / Ambros / Rosales), «La maldición de Malinche» (Palomares), «Samba da utopía» (Silva), «Por toda minha vida (De Moraes / Jobim) o «Se dice de mí» (Pelay / Canaro).

El repertorio es una muestra variopinta de un espíritu en el que prima lo popular representado por canciones que Martínez interpreta con gran sensibilidad. Su voz, expresiva y clara, realza la poesía de temas como «Elegía» (Hernández / Serrat), «La Patria madrina» (Lila Downs) o «Qué hay de tu silencio» y «Cálice (Buarque).

La guitarra de Armando de la Vega es una cómplice ideal para generar un clima de gran intimidad con la voz de la cantante, que encuentra en Franco Luciani (voz y armónica), Leonardo Pastore (voz), Germán Cotonat (percusión) y el Coro de Radio Patria Latinoamericana a compañeros de ruta de un recorrido por canciones que se sumergen en lo profundo del sentimiento latinoamericano.

Noelia Moncada elige el tango. La influencia de la negritud es un elemento que muchas veces pasa inadvertido en este género, tal como lo remarcaba el estudioso Juan Carlos Cáceres en varios de sus libros. La pulsión rítmica que, por ejemplo, le imprimía a sus intervenciones en orquestas como las de Julio De Caro o Francisco Canaro el contrabajista Leopoldo Thompson, son ejemplo de esta característica que se percibe en algunas composiciones del género. Moncada toma como base esta particularidad para la selección de los temas que forman parte de su cuarto disco como solista, Encanto negra, su nuevo álbum registrado en vivo en el auditorio de la Usina del Arte el 30 de agosto del 2018.

Esta cantante, actriz, maestra de canto, productora y ventrílocua rosarina, poseedora de una voz expresiva y vital, se arriesga cada vez más en su carrera artística, encarando propuestas como la que presenta en esta ocasión.

Compartió escenario con grandes artistas como Horacio Ferrer, Raúl Garello, Leopoldo Federico, Néstor Marconi, Juanjo Domínguez y Julio Pane, además de formar parte de la Orquesta El Arranque (2006-2010) y participar en diversos espectáculos musicales tanto en nuestro país como en el exterior. Como solista publicó tres discos: A tiempo (2008), Marioneta (2012) y Un momento (2018)

El hilo conductor de la nueva placa es, como se decía más arriba, la presencia de la negritud, por lo que no es casual que abra con «Guariló» (Juan Carlos Cáceres), título que alude al candombe de este lado del Río de la Plata, y que tiene pequeñas diferencias rítmicas con el montevideano.

Este tema es la puerta de entrada a un mundo sonoro en el que conviven «Candombe mulato» (Lima), «Tristezas de la calle Corrientes» (Federico / Expósito), «Eclipse de luna» (Lecouna) o «Tonada de la luna llena» (Díaz).

Conmueven «Esclavo» (Mora / Contursi) con la voz de Moncada acompañada solo con el contrabajo, la delicada rítmica de «Arroro palumeque» (Rossi) y la crudeza de «Calle» (Rubín / Pieroni).

Con la participación de Juan Pablo Navarro en contrabajo; Ariel Argañaraz en guitarra; Pablo Fraguela en piano y coros; Facundo Guevara; Gaspar Tytelman en percusión y Natalia Martinez y Cristina Zivec en coros, Encanto negra muestra a una cantante que sigue sorprendiendo con su voz y con la búsqueda de diferentes estéticas musicales.

Adriana Martínez presenta Matria nuestra el 16 de Agosto a las 21 en el CAFF (Club Atlético Fernández Fierro), Sánchez de Bustamante 772, CABA

Noelia Moncada presenta Encanto negra el 16 de Agosto a las 20 en la Usina del Arte (Sala de cámara), Agustín R. Caffarena 1, en el marco del Festival de Tango B.A.