Parados hace siete meses, luego de haber padecido el robo de herramientas de altísima precisión y de computadoras con información vital para la producción, los trabajadores y trabajadoras de Eitar y Tecno Forja decidieron poner en marcha la maquinaria con el fin de demostrarle al juez Osvaldo Sergio Lezcano, del Juzgado Comercial y Civil N° 14 de Lomas de Zamora, que la empresa está lista para comenzar a producir.

Pasadas la 10.30 del jueves pasado, los operarios -acompañados por la UOM, representada por su secretario general, Antonio Caló, y Francisco «Barba» Gutiérrez, directivo del sindicato, la Juventud Metalúrgica Nacional y distintas organizaciones sociales- reactivaron la producción de la planta que se encuentra en la ciudad de Bernal.

Los trabajadores ubicados en cada puesto de la línea de producción retomaron simbólicamente la tarea de fabricación, ensamblaje y puesta a punto de elementos de seguridad para la red domiciliaria de gas. Las dos plantas producen válvulas, robinetes, termostatos de horno, de estufas y para termotanques, además de grupos magnéticos.

Marcelo López, delegado gremial de la fábrica, contó a Tiempo que las expectativas de los trabajadores se han renovado, sienten que ante el ingreso de la nueva gestión en el gobierno nacional las fábricas volverán a generar trabajo.

«Lo único que nos falta es que el juez nos firme la autorización para poder continuar con la producción de manera legal. Lamentablemente, todo se maneja muy lento y quienes perdemos somos los trabajadores; tenemos clientes que continuamente nos están pidiendo material pero ante nuestra situación legal nos es imposible cumplir con todos ellos», dijo López.

El delegado agregó que «también nos hemos hecho cargo, sin tener la cesión definitiva de la empresa, de pagar algunos servicios básicos para que la fábrica siga funcionando, obviamente con una financiación en cuotas. Tomamos ese compromiso para que todos los organismos vean que lo nuestro va realmente en serio. Estamos convencidos de lo que hacemos y hacia dónde queremos ir».

Los operarios se han conformado como cooperativa e iniciado los trámites correspondientes ante el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) bajo el nombre de EITEC (Eitar y Tecno Forja).

En el acto del jueves, Francisco «Barba» Gutiérrez destacó el trabajo que producía Eitar y Tecno Forja, una de las fábricas nacionales más importantes del rubro que se vio afectada por las políticas de apertura de las importaciones que puso en práctica el gobierno de Mauricio Macri.

El secretario general de UOM, Antonio Caló, anunció la pronta entrega de un bono «navideño» de 3 mil pesos para cada trabajador a fin de que puedan «pasar las fiestas dignamente».

Historia del vaciamiento

Para poder llegar a este punto, los trabajadores de la ahora Cooperativa EITEC debieron superar diversos escollos. En un comunicado indicaron que Raúl Gazzotto y Mario Bortot, dueños de la empresa, junto a Darío Morini (jefe de planta) y Leandro Pereyra, se llevaron toda la información técnica y algunas herramientas de precisión de muy alto costo el 21 de mayo. Agregaron que «teniendo todas las posibilidades de llevarla en forma legal, se valieron de una maniobra delictiva rompiendo un alambrado del estacionamiento y cargando todo en una camioneta».

Agregaron que «desde esa fecha desaparecieron dejando a 240 operarios sin abonar un solo peso de los salarios adeudados, quincenas, aguinaldo, vacaciones».

A pesar de los problemas, los trabajadores pudieron sostener la planta en óptimas condiciones, lo que les permite encarar la producción apenas lo permita el juez.

El acto de los trabajadores de Eitar y Tecno Forja, ahora EITEC, se realizó apenas un día después del desalojo de Kimberly Clark, también de Bernal, y que estaba ocupada por sus trabajadores desde hace dos meses, quienes habían presentado un plan de producción para poner en marcha la planta y preservar los puestos de trabajo.