Con una exposición breve en la que escasearon las precisiones y los números el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, defendió la reforma tributaria enviada por el Poder Ejecutivo.

El funcionario enfatizó que el déficit fiscal “todavía es muy elevado” y que lo que se busca mediante la reforma es “eliminar las distorsiones” que “impiden que podamos competir en igualdad con otros países”.

Al exponer ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que se constituyó minutos antes, el funcionario consideró: “Necesitamos continuar avanzando con reformas que permitan el crecimiento de Argentina por muchos años”.

Para el titular de la cartera económica es “crucial” que el nuevo sistema tributario sea “sustentable” y “equitativo”, para “generar empleo de calidad”. “La Argentina todavía tiene un déficit fiscal muy elevado”, resaltó y subrayó que es “fundamental” la “gradualidad” de la reforma.

Dujovne pronosticó que en la medida que se vaya implementando, “aumentará el crecimiento” y se “reducirá la evasión”. “Debemos ser graduales en la implementación y además responsables cuando discutamos la misma”, dijo y, en ese sentido, señaló que al plantearse modificaciones “siempre van a tener que ir en sentido de propender a una mayor equidad y eficiencia”.

Desde el Bloque Justicialista, Diego Bossio, aseguró que el debate ya tiene el tiempo suficiente pero anticipó que sugerirá algunos cambios que desde ya no van a la médula de la norma.

En tanto, Marco Lavagna, diputado del Frente Renovador, coincidió con Bossio en cuanto a las críticas mesuradas. Destacó la necesidad de la reforma pero pidió precisiones sobre el impacto impositivo.

En ese marco destacó “la diferenciación entre quienes reinvertir y los que reparten utilidades” y cuestionó la eliminación de las diferencias entre “empresas grandes y Pymes en algunos rubros”.

El exministro de Economía, Axel Kicillof, fue quien atacó más duramente la reforma. “No consideramos que el tiempo de tratamiento de esta ley sea suficiente. Nosotros vamos a reclamar un tiempo de tratamiento más prolongado”, anticipó el diputado del Frente para la Victoria y agregó: “Hoy lo diputados no contamos con los números finos.  La reforma tiene un sesgo a favor de la rentabilidad empresaria con especial énfasis en las grandes empresas y un énfasis superior en las ubicadas en la zona  centro de nuestro país”.

Kicillof también cuestionó las contradicciones que se plantean en el paquete de reformas enviadas por el Gobierno. “La reforma plantea bajar las contribuciones patronales. Entonces como la Anses está crisis para resolvemos lo desfinanciamos”, ironizó el ex ministro y sentenció: “Van ahorrar 1,5 y medio del PBI que se lo van a sacar a los jubilados”.

Dujovne recogió el guante y, aunque sin números precisos, se defendió de los cuestionamientos. “Nosotros pensamos que la baja en las contribuciones patronales no favorece a la Pampa húmeda sino a las provincias más alejadas donde los sueldos son más bajos”, dijo y agregó: “La reforma va a ser casi neutra en cinco años. Si la argentina no implementa estas reformas no sabemos a que ritmo podría crecer y ni a cuanto crecería el déficit fiscal”.

En ese mismo marco, y ante de retirarse de la reunión y de dejar la defensa del proyecto en manos de sus secretarios, Dujovne señaló: “La baja de contribuciones patronales estuvo vigente sólo durante un año, en el 95. Luego se revirtió por la falta de recursos producto del efecto tequila. Así que no se puede decir que esa sola medida es la causal es la suba de desempleo. Es algo multicausal.”  

El oficialismo confía en que mañana por la mañana podrá emitir dictamen y así dejar al texto listo para ser tratado en el recinto en la próxima sesión.