El presidente de Colombia, Iván Duque, atraviesa uno de sus peores momentos. Con la imagen negativa más baja desde su asunción y el movimiento cívico y sindical movilizado en las calles sosteniendo un paro nacional, se enfrenta ahora a tener que defender al Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), el grupo de élite de la policía colombiana, que tuvo plena responsabilidad en la muerte del joven manifestante Dilan Cruz, al que le piden desmantelar. Ese era uno de los puntos salientes en la frustrada reunión que tuvieron el martes, un día antes de una nueva jornada masiva de huelga con movilización, los representantes del gobierno y del Comité Nacional del Paro. Otras demandas fueron el pedido de un espacio en la televisión Nacional para explicar los motivos del paro y un diálogo directo y amplio con las bases. La comitiva del gobierno, compuesta por el director del Departamento Administrativo de Presidencia, Diego Molano, y el embajador de Colombia en Costa Rica, Angelino Garzón no avalaron los puntos solicitados y la reunión culminó sin acuerdos.

Dos días después, Duque refrendó a su cuerpo de policía. «Son personas de carne y hueso, personas llenas de motivación, personas que dejaron al lado el camino de las vanidades para escoger el servicio a la comunidad», dijo. Al estilo de no tirar ningún efectivo «por la ventana», Duque afirmó que «decir que el Esmad es un cuerpo asesino, no es solamente un atropello, sino una exageración. ¿Por qué se creó el Esmad? ¿El Esmad acaso es exclusivo de Colombia? Lo tienen más de cien países en todo el mundo justamente para poder atender disturbios con profesionalismo, con técnicas, con táctica, con estrategia, que no tengan desenlaces fatales en la medida de lo posible».

Sin embargo, el viernes el diario colombiano El Tiempo reprodujo las declaraciones del capitán investigado por haber disparado la escopeta calibre 12 que produjo las heridas mortales al joven de 18 años, en el contexto de una maniobra de dispersión contra manifestantes en Bogotá, el 23 de noviembre. El efectivo, cuya identidad se reserva, apuntó directamente a su cúpula. «El comandante del Esmad, coronel Néstor Raúl Cepeda Cifuentes; el subcomandante de la Policía Metropolitana, Javier Martín Games, y el comandante de la región móvil antidisturbio 1, mayor Jhon Alexánder Socha Ayala, estuvieron detrás de las órdenes e instrucciones del cuerpo élite de la Policía», dice el diario y cita el texto de la declaración cuando el capitán recibe la orden de accionar contra los manifestantes «ante el incremento en la agresión» y la detección de un «peligro inminente»: «Tomo la decisión de disparar una munición de impacto contra los agresores», relata.

El mismo miércoles, la consultora Gallup difundió el último y demoledor sondeo de imagen del presidente. El 70% desaprueba su gestión. El 74% está de acuerdo con las protestas y el 78% cree que la economía va mal. La respuesta de Duque: «No estamos gobernando para las encuestas».