Como si quedara aturdida después de que le explotara una bomba, la Argentina entró en un estado de confusión con el 6-1 que España le firmó en la cancha, en el Wanda Metropolitana, el estadio del Atlético de Madrid. A una lista que sólo le faltaban unos nombres para llegar al Mundial de Rusia, el segundo y último partido de la gira europea la llenó de dudas.

“Son resultados muy atípicos que pueden llegar a modificar la óptica del entrenador si no se analiza profundamente todo lo que pasó”, dijo Jorge Sampaoli en una conferencia de prensa que duró doce minutos envuelta en una atmósfera densa, dicha en un tono de los que acusan el golpe.

“Como entrenadores nos tenemos que hacer cargo y sacar la mochila del jugador que lo responsabiliza de por qué está o no en el Mundial. Si yo hago cargo a los futbolistas haré que muchos jugadores de esta lista no estén. Pero la responsabilidad es mía, tengo que desmenuzar bien el partido, desmenuzar bien la gira y saber qué jugadores van a representar bien a la Argentina”, sostuvo el entrenador de la Selección.

Si bien analizó que el desarrollo del juego, al menos en los primeros sesenta minutos de partido, no reflejó una diferencia tan abultada, Sampaoli reconoció que en el segundo tiempo España “agarró (a la Argentina) atacando con mucho vértigo y un poco de desorden”, por lo que “cuando se terminaron mal los ataques vinieron los goles muy rápidos. El resultado marca que hay que hacerse cargo de este partido que nos lleva de cara a buscar la lista final y la chance de seguir trabajando para que estas cosas no nos pasen en la Copa del Mundo”, agregó.

“Me tengo que hacer cargo porque los chicos hicieron un esfuerzo terrible y se encontraron con un equipo español realmente aceitado. No pudimos convertir y ellos estuvieron muy precisos”, analizó Sampaoli. Y aunque dijo que la ausencia de Lionel Messi se sintió en el equipo, también destacó otro aspecto: “Resalto mucho la cercanía de él, de estimular, de hablar en el mediotiempo, situaciones que lo acercan mucho a tener un objetivo que lo haga feliz”.

Ahora lo que queda para Sampaoli es reconstruir lo que ocurrió en la gira, volver a poner las piezas en su lugar, y reacomodar el camino hacia un Mundial para el que quedan 79 días.