Circular por la Ciudad en bicicleta parece sólo un lindo recuerdo de cuarentena. Desde que se decretó el aislamiento preventivo obligatorio el 20 de marzo, el sistema de bicicletas públicas gratuito dejó de funcionar y redujo así las posibilidades de acceder a una forma de movilidad sustentable y segura durante la pandemia.

Se trata del único medio de transporte público de la Ciudad que dejó de funcionar. La medida va a contra mano de lo que se planifica en otras grandes ciudades del mundo, donde se extienden redes de ciclovías o se modificarán algunas calles para privilegiar el acceso a ciclistas y evitar así las grandes aglomeraciones en subtes, trenes y colectivos.

“Mientras las grandes ciudades del mundo promueven el uso del alquiler de bicicletas para un transporte sustentable y saludable en el marco de la pandemia, incluso la propia empresa Tembici lo brinda gratuitamente y aumenta su flora en Santiago de Chile, acá en la Ciudad de Buenos Aires ha dejado al libre albedrìo este servicio y no lo está brindando a las porteñas y porteños”, señaló el legislador porteño Juan Manuel  Valdez  (FdT), quien manifestó la necesidad de reactivar el servicio.

En Santiago de Chile, Tembici liberó su servicio, que en ese país no es gratuito, para que se traslade sin pagar el personal de salud. Y en la Ciudad de México el servicio de Ecobici continúa abierto y difunde las medidas de prevención para evitar contagios. 

Sin ir más lejos, en Rosario decidieron reabrir el sistema de bicis públicas luego de un mes de cuarentena para ofrece a las personas con trabajos esenciales otra posibilidad de movilidad.  La ciudad santafecina lleva un registro diario de los viajes: tienen entre un 5% y un 13% del uso que tenían antes de la cuarentena.

Radiografía de una concesión

En 2018, el Sistema de Transporte Público de Bicicletas de la Ciudad (STPB) fue privatizado,  y se le dio la concesión a la empresa brasileña Tembici, que cambió las bicis amarillas por las naranjas actuales. A cambio, cobra un canon mensual de la Ciudad y explota publicitariamente las estaciones y bicicletas. 

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“Ya en febrero nos encontramos con un conflicto cuando se retiraron estaciones en el sur de la ciudad y ahora ha encontrado la excusa perfecta para retirarse del servicio mientras siguen cobrando un canon y mientras siguen sin darnos la información sobre el estado actual de la flota”, detalló el legislador del Frente de Todos.

Junto a su compañera de bloque Lucía Cámpora, Valdez presentó en febrero un pedido de acceso a la información para obtener detalles de la concesión luego de que se retiraran 20 estaciones del sur de la Ciudad. La respuesta llegó este 23 de abril.

Allí el gobierno porteño señala que el Sistema cuenta con 650 mil usuarios y 4372 unidades, una bici cada 148 personas . Si bien la cantidad de bicicletas cumple con el stock exigido, la administración de Horacio Rodríguez Larreta dice desconocer cuántas de esas se encuentran operativas. En febrero, por ejemplo, era casi imposible conseguir una y se estima que operaba con menos del 30% de la flota.

Ante eso, el ministro de Transporte porteño  Juan José Méndez había asegurado que se habían robado más de la mitad de las bicicletas y culpó a “bandas que las robaban para desarmar y vender las piezas”.  

La respuesta oficial en el pedido de acceso a la información que realizaron los diputados fue similar. “Es difícil determinar un número preciso de bicicletas robadas y dañadas, sin embargo ha sido posible registrar un total de aproximadamente 1900 bicicletas robadas o dañadas en el año 2018 y un total de aproximadamente 2900 entre los años 2019 y 2020”, señalaron.                                               

Si bien gran parte de esos rodados lograron ser recuperados, no se realizó ninguna nueva compra desde diciembre de 2019 para reemplazar los que no se lograron encontrar.

Sobre la polémica por el cierre de estaciones en el sur porteño, el gobierno señaló que “en todo momento se dio cumplimiento con el porcentaje del 10% (40 estaciones) establecido en la ley en relación a la cantidad de estaciones localizadas en la zona sur de la Ciudad”, y que nunca fue la intensión de la Ciudad cerrar esas estaciones sino relocalizarlas por cuestiones de seguridad y por cercanía con ciclovías.  

“El pedido de acceso a la información pública fue respondido de forma poco satisfactoria, porque faltan las condiciones contractuales que tiene la empresa y el estado actual de la flota. El gobierno de la Ciudad todavía no ha dado ninguna respuesta a los reclamos de los usuarios y de los diputados y diputadas de la oposición”, se quejó Valdéz y agregó: “A un año de la privatización del servicio, nos encontramos con lo peor de la vandalización del servicio público, con lo peor del modelo de contratos del Estado en manos de esta empresa”.



La concesión

Tembici informó un costo estimado de aproximadamente 47.040.000 pesos anuales. Los recursos provienen de un pago mensual aportado por la Ciudad, que es de unos 40 millones de pesos anuales, a razón de 3,3 millones de pesos por mes, y de los ingresos por sponsoreo, exclusivo del Banco Itaú y Mastercard, cifras que no fueron aportadas por el Ejecutivo.

La Ciudad le otorgó un año de plazo sin multas para cumplir con los parámetros exigidos por el pliego de condiciones, “a fin de que la empresa pueda ajustar las variables necesarias para el logro de un servicio óptimo y de calidad”, señaló el gobierno porteño.  Vencido ese plazo, ya se le podría aplicar multas por, por ejemplo, no contar con las bicicletas suficientes para dar el servicio, como ocurrió durante el verano,

Una de las exigencias del contrato con la Ciudad es el desarrollo de un portal web del Sistema, que nunca se hizo ni tiene fecha de finalización, y el desarrollo de la aplicación para celulares, que se hizo de manera parcial, ya que aun no cuenta con la opción de historia de viajes y estaciones utilizadas. La Ciudad estima que estará completo en abril.

La reactivación

“Creemos que es momento de reactivar el servicio público de bicicletas y si es necesario que la ciudad recupere el control de un bien tan esencial como son las bicicletas en un momento donde la gente no puede ir hacinada en un colectivo o un vagón de subte. Entonces, para promover la movilidad sustentable y promover el uso de la bicicleta es necesario recuperar el control sobre el sistema de ecobicis”, señalo Valdéz.

Días atrás, el legislador presentó un proyecto de declaración que aún no fue tratado para que la Legislatura porteña solicite al Poder Ejecutivo la puesta en funcionamiento del sistema de Ecobicis con un protocolo de seguridad  e higiene para su utilización. “En este particular momento, la bicicleta resulta la mejor opción de traslado, ya que si se toman las precauciones de higiene necesarias, es una modalidad de transporte que evita el contacto estrecho con otra persona, los lugares cerrados, permite realizar trayectos de corto y mediano alcance”, argumenta el texto presentado el 24 de abril.