El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ofreció este martes un «diálogo» a los indígenas que preparan una gran protesta en Quito y cuya movilización lo obligó a trasladar la sede del gobierno a Guayaquil. 

«Hay diálogo para los hermanos indígenas que lastimosamente tienen necesidades, y en eso estamos completamente de acuerdo», dijo el mandatario en una declaración a los medios.

En la sede del gobierno regional del puerto guayaquileño, donde Moreno montó su despacho ante disturbios en la capital, agregó que «hay un dinero que se va dejar de gastar, que es el que genera la eliminación del subsidio a la gasolina».

«Ese recurso va a estar destinado a los más pobres, que ese recurso esté en manos de los que más necesitan», señaló.

Moreno eliminó subsidios por 1.300 millones de dólares al año a los combustibles más utilizados en el país petrolero el pasado miércoles, lo que desató alzas como el de 123% en el diésel y un estallido social en rechazo a los reajustes económicos.

Entre las medidas, el gobernante también decidió incrementar en 15 dólares los bonos que más de un millón de pobres reciben mensualmente (de entre 50 y 150 dólares) y extender ese beneficio a otras 300.000 personas.

En medio de las tensiones, Moreno ya había expresado su disposición a dialogar con el movimiento indígena, el cual sin embargo insiste en que solo hablará después de su gran movilización del miércoles en Quito, junto a trabajadores y estudiantes.