El 40% de los chicos entre 5 y 17 años tiene exceso de peso en Argentina, reveló la segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (Ennys) presentada hoy por el secretario de Gobierno Adolfo Rubisntein, quien advirtió sobre una «nueva epidemia» que «atraviesa a todas las clases sociales».

«El sobrepeso es la nueva modalidad de malnutrición y una nueva epidemia que azota a todos los países de la región», dijo Rubinstein durante la presentación, y agregó que la «creciente exposición de los niños» a la obesidad «atraviesa a todas las clases sociales».

Según los resultados de la segunda Ennys, que fue presentada en el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, «el 40% de los chicos de entre 5 y 17 años y el 13,6% de los niños de entre 2 y 5, tiene exceso de peso» en Argentina.

«El mayor problema de salud de nuestro país es la malnutrición, focalizada en sobrepeso y obesidad, y va más allá del aspecto sanitario porque genera un déficit en el desarrollo del capital humano», afirmó Rubinstein.

La segunda Ennys abarcó a 21.358 personas que viven en ciudades de al menos 5.000 habitantes de las seis regiones en las que se suele dividir el territorio nacional: Noroeste (NOA), Nordeste (NEA), Cuyo, Centro, Buenos Aires (GBA) y Patagonia.

La muestra se dividió en tres rangos etáreos: 0 a 23 meses, 2 a 17 años y 18 años o más; el 52% fueron mujeres y el 48%, hombres.

Los métodos incluyeron un cuestionario sobre alimentación, actividad física y salud, mediciones antropométricas (peso y estatura) e información sobre la ingesta de comida y bebida de las últimas 24 horas.

Del total de la población, se seleccionó una parte al azar y se le tomó mediciones bioquímicas: extracción de sangre y muestra de orina.

En los índices de sobrepeso para menores de 18 años «no se encontraron diferencias» relacionadas con el nivel socioeconómico de los hogares, que se midió a través del nivel educativo de los jefes de hogar, la cobertura de salud y los ingresos mensuales, dijo Diana Fariña, directora nacional de Maternidad e Infancia y una de las encargadas de la encuesta.

De la comparación con la primera Ennys, realizada en 2005, surgen algunos datos relevantes para Fariña, ya que los índices de bajo peso se mantuvieron estables por debajo del 2%, mientras que el sobrepeso aumentó.

«En la Ennys 1, el bajo peso en menores de 5 años fue del 1,6% y en la Ennys 2, del 1,7%», dijo Fariña.

Y agregó: «Sí encontramos diferencia en el exceso de peso: en la Ennys 1 fue del 9,8% y en la segunda, del 13,6%».

La secretaría de Salud define a la lactancia materna como «una de las principales estrategias contra el sobrepeso infantil», y se incluyeron en la encuesta unos 5.700 niños de entre 0 y 23 meses.

«Sólo el 43% de los menores de seis meses recibe lactancia materna exclusiva (LME)», dijo Fariña, y desglosó los motivos: «el 26% de las madres respondió ‘me quedé sin leche’, el 17% dijo que ‘el niño dejó solo’, el 16% que ‘el niño se quedaba con hambre’ y el 10% que tuvo que salir a trabajar. Los primeros tres motivos muestran una falla del equipo médico», afirmó.

Entre los niños mayores de 2 años, un factor determinante en el sobrepeso es la ingesta de «alimentos no recomendados», es decir aquellos con alto contenido de azúcar, sal o grasas, y con baja calidad nutricional.

«Los patrones alimentarios son, en general, peores en los chicos que en los adultos», dijo Verónica Schoj, directora nacional de Prevencion de Enfermedades Crónicas no Transmisibles y también encargada de la Ennys.

Y explicó que los chicos consumen menos frutas y verduras que los adultos pero más alimentos no recomendados; principalmente gaseosas y golosinas.

Por último, Schoj se refirió a la «publicidad y el etiquetado», advirtiendo que el 21% de los encuestados compró algún producto en la última semana «porque su hijo lo había visto en una publicidad».

Respecto al etiquetado, informó que «el 73% no lee la información nutricional y, del 27% que sí la lee, sólo el 13% la entiende», por lo que llamó a implementar «etiquetas frontales, simples y claras».