Los aumentos en la medicina prepaga superan por mucho a la inflación. El Gobierno intentó durante todo el año contener la inflación. Por tal motivo, muchas discusiones paritarias derivaron en grandes conflictos, ya que el oficialismo buscó frenar o fijar todo tipo de suba en la mínima expresión. Sin embargo, hubo dos grandes excepciones: tarifas y prepagas.

En 2016, las prepagas ya habían sido grandes beneficiarias del modelo Cambiemos, con aumentos del 43,5%, contra una inflación del 41% (IPC-CABA*). La medicina privada fue uno de los pocos rubros que pudo vencer a la mayor inflación de los últimos 25 años.

Este año, la brecha fue mayor: con una inflación que en septiembre superó a la meta del Banco Central (18%) y que se estima termine el año entre el 23 y el 25 por ciento, el aumento para las prepagas fue del 31%. En el acumulado 2016-2017, la suba de medicina privada fue del 87,9%, contra una inflación del 74,8%, aprox.

Un matrimonio con dos hijos, adherido al plan más básico de una de las empresas líderes del sector, pagaba a fines de 2015 $5.870. Desde diciembre, por el mismo servicio deberá abonar $11.057.

Además, van por los copagos

Las prepagas buscan también una reforma integral en el sector que les permita expandir el cobro de coseguros o copagos a sus pacientes/clientes. En la edición del 1 de octubre de Tiempo Argentino, Federico Díaz Mathé, el director ejecutivo de la Cámara de Instituciones Médico Asistenciales de la República Argentina (Cimara), explicó que el costo médico del sector es muy alto y que «se puede controlar a través de copagos o de una agencia de tecnología sanitaria que determine qué procedimientos corresponden o no».

El titular de Cimara informó que de las reuniones entre funcionarios del gobierno y ejecutivos de las prepagas ha surgido «un documento en el cual hablan de estructura de planes, de modificaciones en la ley de medicina prepaga, de modificaciones tributarias, etc. Es un combo bastante importante».

Las prepagas recuperan y ganan terreno

Antes de la entrada en vigor de la ley que regula la actividad, las empresas del sector no tenían más que cumplir con la Ley de Defensa al Consumidor y avisar el monto a ajustar. Desde 2012, con la ley 26.628 en vigencia, las subas son filtradas y aprobadas por la secretaría de Comercio.

Entre 2012 y 2015, en casi todos los años las prepagas aumentaron los aranceles en línea con la inflación; excepto, en 2014, cuando perdieron por gran diferencia. En total, en ese período perdieron contra la inflación 10 puntos porcentuales. En dos años de Cambiemos, ganaron un 13%. Es decir, recuperaron y pasaron al frente.

Los salarios pierden terreno

Uno de las quejas que surgen desde las empresas son los costos salariales, pese a que muchas de ellas no tienen gran cantidad de empleados a cargo, ya que son las clínicas y sanatorios quienes se encargan de esos salarios. Aún así, si se comparan los aumentos de las prepagas con los aumentos salariales del sector, la pelea tiene al mismo ganador.

En 2016, el sindicato de Sanidad logró una paritaria del 33% (41% de inflación y 43,5% de ajuste); en 2017, la paritaria se cerró en el 23% (24% de inflación y 31% de ajuste). Entre 2012 y 2015, los aumentos salariales estuvieron apenas por encima de la inflación (177% contra 175%) y muy por encima de los ajustes del sector (177% contra 155%).

*En este artículo, se toma la inflación medida por la Ciudad de Buenos Aires. Para 2012, se toma la inflación medida por Estudio Bein & Asociados, ya que el IPC-CABA aún no realizaba la medición interanual.