El ajuste comienza a distanciar a Horacio Rodríguez Larreta de Mauricio Macri. Si bien aún no está cerrado el Presupuesto nacional, en el distrito capitalino ya no cuentan con que los recursos que enviaban desde Casa Rosada tengan la fluidez de antaño. Por eso la Ciudad buscará financiamiento propio para algunas obras clave como los viaductos de los trenes Mitre y San Martín.

El último día de julio llegó a la Legislatura un proyecto para pedir 305 millones de dólares a organismos de crédito. Entre las iniciativas que se destacan los 100 millones de dólares que se destinarán a los ferrocarriles y que, según pudo saber Tiempo, provendrían de la Corporación Financiera Internacional (IFC), la ventanilla privada del Banco Mundial.

En los fundamentos de la iniciativa desde el Ejecutivo explican que «la necesidad de recurrir a financiamientos alternativos (…) obedece a que la asistencia proveniente del Estado Nacional no está desarrollándose plenamente, a la vez que se halla sujeta a condicionamientos que obstaculizan su efectividad».

La transferencia de las eléctricas Edenor y Edesur al gobierno capitalino con subsidios incluidos, sumado a la rebaja de Ingresos Brutos determinada por el Pacto Fiscal  y otras cuestiones obligaron al gobierno porteño a ralentizar algunas obras como la nueva Illia y a dejar algunas otras para tiempos más prósperos.

La suspensión del servicio del tren San Martín, que actualmente realiza un recorrido corto  y circula hasta la estación Villa del Parque, tiene un alto costo político para el gobierno y la finalización de la obra es imprescindible para Rodríguez Larreta. Claro que no es el único nubarrón en el horizonte.

«Recién ahora va a empezar a notarse la recesión», le dijo a este diario un encumbrado funcionario porteño en referencia al comienzo de agosto. «La pendiente va a durar hasta fin de año, hay que ver si es una U y levanta en marzo o se ameseta y continúa con niveles bajos», analizó.

De todas maneras el dirigente trazó diferencias entre los panoramas que deberán enfrentar Larreta y María Eugenia Vidal. «En la Ciudad hay muchas empresas de servicios y la actividad no decae. En cambio la crisis de la industria se siente fuerte en el Conurbano», aseguró. «