La ansiedad por el estreno de El Camino: una película de Breaking Bad obedece a que nos propone la excitante idea de volver al universo de la serie seis años después de emitido el último capítulo. Asimismo, se trata de una producción con los condimentos necesarios para pasar dos horas de acción, suspenso y sorpresa como era de esperarse. La garantía es que el creador de la serie, Vince Gilligan, vuelve a asumir el rol de guionista y director en esta secuela que estuvo en el imaginario de realizadores y audiencias desde siempre.

La historia de Walter White (Bryan Cranston), un profesor de secundaria que comienza a fabricar metanfetaminas con Jesse Pinkman (Aaron Paul), un antiguo estudiante suyo, devino en una de las series más aclamadas del universo televisivo. Con cinco temporadas que fueron in crescendo en tensión dramática y en la construcción de los personajes principales como gángsters profesionales, la serie llegó a su fin en 2013 con un cierre que satisfizo las exigencias de los seguidores. Sin embargo, como toda gran historia, dejó cabos sueltos para fantasear una continuación.

El Camino oficia como una suerte de capítulo 63 que esta vez se centra solamente en el rol protagónico de Jesse Pinkman. La narración empalma desde el mismo tiempo del relato en donde quedó la serie, y presenta la exultante novedad de enterarnos de qué pasó finalmente con el compañero de White. Un personaje que asumirá el rol central en una forzada huida plagada de contratiempos, giros narrativos propicios para que despliegue su sagacidad y marco donde volver a encontrarse con algunos amigos y familiares. Asistiremos a una presentación de Jesse perturbado y dañado, como un antihéroe que apela a la nostalgia y espera la indulgencia de las audiencias.

El Camino parece postular un nuevo inicio, una historia de redención que no defrauda cuando apela al mismo ritmo narrativo que la serie. Una forma de contar la sucesión de conflictos que invoca cierto código interno basado en la acción y en esporádicos rasgos de humor absurdo. A pesar de que por su factura de producción se puede reconocer como parte de la saga, el relato deja la sensación de que falta algo. Al mismo tiempo que parece rebasar de novedad, no arriesga demasiado. Se cuenta una historia simple que podría ser un capítulo largo y perdido en medio de alguna temporada, mientras deja marcas de la enunciación que ofician como guiños hacia los fanáticos. Desde allí que se trate de una apuesta interesante que termina de consagrar un universo narrativo que nace en Breaking Bad y continúa en Better Call Saul como precuela y spin-off. El Camino, por su parte, se postula como un respiro a la abstinencia fanática y señala aquel final de temporada como una mera suspensión del relato. Se propone también como un elemento más en el entramado transmedia que se completa incluso con los comentarios y reseñas de los fanáticos que no tardaron en aparecer en redes sociales.

Al poner play a la película se les propone a las audiencias ver un extracto de cinco minutos que resume la historia de Breaking Bad. Sinopsis que opera como un emocionante recordatorio para seguidores y como puesta en situación para quienes recién llegan. Como sea, se trata de una producción que puede disfrutarse como una película más de acción donde el fugitivo busca un destino alejado de su antigua vida. Un argumento gastado pero efectivo cuando se completa con un personaje querido y cierta información previa.

Como con Black Mirror y Glitch, entre otras, Netflix retoma producciones exitosas para darles su toque y congraciarse con sus suscriptores como una gran productora de entretenimiento a medida de las audiencias. La elección es un formato de dos horas para el streaming, con reminiscencias del film cinematográfico y de la película televisiva. Un especial que se asienta en la aclamación del público que esperaba esta segunda oportunidad y una buena forma de retomar, con posibles secuelas, el universo de la serie que para algunos es la mejor de la historia. «

EN FOCO

El Camino: una película de Breaking Bad. Dirección y guión: Vince Gilligan. Elenco: Aaron Paul, Jesse Plemons y Skinny Pete, entre otros. Disponible en Netflix.