Desde el 17 de octubre a la fecha llegaron oficialmente a 22 distritos del Conurbano 5240 gendarmes, según un relevamiento de Tiempo del último domingo. La idea del macrismo es contener eventuales revueltas sociales para fin de año, producto de una política económica nociva para la clase trabajadora. Los daños colaterales de la militarización son los hechos de violencia como el ocurrido este jueves, en Burzaco, partido de Almirante Brown.

Uno de los 240 gendarmes que Patricia Bullrich envió a Almirante Brown fue detenido luego de herir de un escopetazo a un motociclista. La víctima, Martín Aravia (23) fue intervenida quirúrgicamente en el Hospital Lucio Meléndez de Adrogué, por las lesiones que le generó en la espalda, en una costilla y en un riñón el proyectil de goma, según publicó la agencia oficial Télam. Por fortuna, está fuera de peligro.

El hecho ocurrió en la madrugada del jueves, alrededor de la 1, en avenida Hipólito Yrigoyen y Marcos Tiglio, donde Gendarmería Nacional montó un operativo sorpresa para evitar “picadas” de motos. La versión oficial dice que cuando dos de los efectivos quisieron identificar a Aravia, el joven quiso evadir el control, le pegó una patada a uno de los efectivos y escapó. El gendarme presuntamente agredido es el subalferez Emanuel Elio Mollecundo (26), quien reaccionó con un disparo de escopeta por la espalda, por el cual Aravia cayó de la moto.

El fiscal Pablo Rossi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de Lomas de Zamora, dispuso la aprehensión del gendarme, quien esta tarde fue indagado por los delitos de “lesiones graves y abuso de armas”. Mollecundo quedó detenido luego de la indagatoria.

Micaela, novia de Aravia, contó al canal Todo Noticias: “No había operativo. Tiró a matar. Los testigos dijeron que venía caminando con el arma en la mano, levantó y tiró dos tiros”. “Como en esa avenida se corren picadas los miércoles a la noche, llegaron ocho o nueve gendarmes armados y pidieron que se dispersen, eran varios chicos que estaban con moto”, relató la chica y siguió: “Se empiezan a separar todos” y que Martín quedó junto a otro chico llamado Manuel “los dos en dos motos”, cuando ocurrió el ataque.

En tanto, Alberto, el padre de la víctima, aseguró: “No se resistió, no sé por qué le disparó, habrá visto que pasaba una moto y tiró”. “La Policía de la Provincia fue la que ayudó” y “el gendarme se quería ir y dijo que no había disparado (…) Que la Justicia se encargue y que lo perdone Dios, porque yo no lo puedo perdonar”, concluyó.

Gendarmería es una fuerza preparada para controlar otro tipo de situaciones y no tiene experiencia y capacidad para lidiar con contravenciones civiles. La policía está para eso y aun así tiene serios problemas para lograrlo. Pero el Gobierno no quiere que se le arruine la Navidad y no mide consecuencias en su afán de contener el descontento social.