Una colorida peregrinación con bailarinas y mantras, clases abiertas de yoga y cocina ayurvédica, entrega gratuita de comida vegetariana, tatuajes de henna, literatura védica y una riquísima maratón de danza, teatro y música tradicionales, volvieron a convertir a la ciudad de Buenos Aires en una muestra a cielo abierto de la milenaria cultura india. En esta oportunidad la causa fue la celebración del Ratha Yatra, el Festival de la India Espiritual que el domingo realizó la Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna (ISKCON) en la Plaza Mitre de Recoleta. 

La celebración hinduista, a la que asistieron más de 8000 personas, contó con la presencia del embajador de la India, Sri Dinesh Bathia, la diputada nacional Victoria Donda y gurús de la Conciencia de Krishna procedentes de distintos países de Europa y Canadá. 

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“No me sorprende la cantidad de gente que vino – afirmó el embajador Bathia – porque en la Argentina hay un gran interés en la cultura india, por ejemplo en la práctica del yoga y en los beneficios del ayurveda. Hay muchas personas que, todos los años, viajan a la India para descubrir sus tradiciones. Este festival ha sido una buena ocasión para que los habitantes de Buenos Aires puedan entenderlas sin necesidad de trasladarse 16000 kilómetros”.

El Ratha Yatra, o Fiesta de las Carrozas, es uno de los rituales religiosos más antiguos del mundo, que se realiza desde hace medio siglo en 150 países, y desde hace 25 años en la Argentina. Originario de Puri, en el estado indio de Orissa, representa la salida de su templo del señor Jagannath (uno de los nombres de Krishna, el Señor del Universo) para recorrer la ciudad y entregar su misericordia a aquellos fieles que lo miren. En su simbología, quienes tiran de las cuerdas del carro atraen a Dios a su corazón. 

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La celebración del domingo comenzó pasadas las 14 con una nutrida procesión que recorrió el trayecto entre la Plaza Las Heras y la Plaza Mitre. Durante casi dos horas cientos de personas acompañaron la carroza roja de Jagannath, mientras un grupo de bailarinas abría paso a la divinidad y los fieles cantaban el mantra característico de la tradición Krishna. “Es un tipo de experiencia muy transformadora”, sintetizó Bhakti Marg Swami, el monje Hare Krishna canadiense que fue reconocido en todo el mundo por recorrer su país a pie, de este a oeste.

Desde el anfiteatro natural de Plaza Mitre, miles de personas disfrutaron de diferentes exhibiciones de danzas clásicas (Odissi, Bharata Natyam y Kuchipudi), una obra de teatro sagrado, música fusión y cantos devocionales. Fue como estar frente a una pequeña India en Buenos Aires, como destacaron los organizadores. 

En forma paralela a la maratón de espectáculos que se ofrecían desde el escenario principal, durante toda la tarde hubo distintas actividades culturales de acceso libre y gratuito. Decenas de personas participaron de las clases abiertas de meditación, yoga, cocina ayurvédica, además del espacio de arte organizado especialmente para los niños. 

También hubo una feria de artesanías y objetos de decoración, prendas típicas de la India, libros de filosofía hindú y stands de comida saludable. Desde uno de los puestos, la organización no gubernamental “Food for Life” (Alimentos para la Vida) entregó en forma gratuita dos mil platos de prasadam, es decir, “alimentos vegetarianos cocinados y ofrecidos con amor a Dios, antes de ser servido al público”, según explicó uno de los voluntarios del servicio que Hare Krishna brinda desde hace años a la comunidad, en más de 60 países de todo el mundo. 

Esta nueva celebración del Ratha Yatra fue una de las de mayor convocatoria, desde que comenzó a realizarse en la Argentina en 1994. El evento contó con el auspicio de la Embajada de la India en la Argentina y la Dirección General de Cultos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.