Washington, Estados Unidos

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nombró embajador en Israel a David Friedman, un abogado que quiere llevar a cabo su misión en «la capital eterna de Israel, Jerusalén», una cuestión muy delicada en la región.

«Pretendo trabajar sin descanso para reforzar los vínculos inmutables que unen a nuestros dos países y hacer que la paz avance en la región, y estoy impaciente por hacerlo desde le embajada estadounidense en la capital eterna de Israel, Jerusalén», escribió David Friedman, citado en un comunicado del equipo de Trump.

Washington, al igual que la mayor parte de la comunidad internacional, no reconoce a Jerusalén como la capital de Israel y mantiene su embajada en Tel Aviv.

«Como embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman mantendrá la relación especial que une a nuestros dos países», escribió Donald Trump en el comunicado, sin hacer mención al emplazamiento de la embajada.

Su nominación fue criticada inmediatamente por una asociación progresista estadounidense, J Street, que denunció una elección «irresponsable» de un «amigo estadounidense del movimiento de colonización» israelí en los Territorios Palestinos.

Su nombramiento debe ser confirmado por el Senado.

El equipo de Donald Trump había anunciado en septiembre, tras un encuentro del entonces candidato republicano y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que Estados Unidos reconocería a Jerusalén como «la capital indivisible del Estado de Israel», si el magnate era elegido presidente.

Israel ocupa Jerusalén Este desde 1967, y proclamó todo Jerusalén como su capital indivisible en 1980. Los palestinos quieren que Jerusalén Este sea la capital del Estado al que aspiran.

La designación de uno de los abogados del mandatario electo, David Friedman, un hombre identificado por la prensa israelí como ortodoxo y de derecha, alimenta las perspectivas de un giro en la posición de Washington en el conflicto con Palestina.

La prensa israelí se hizo eco de inmediato de la nominación. El diario israelí Haaretz recordó que Friedman, un judío ortodoxo, es columnista de dos medios de ese país claramente vinculados con la derecha política, Arutz Sheva y The Jerusalem Post, y lo describió como un hombre con posturas políticas más a la derecha que el actual primer ministro, Benjamin Netanyahu.

Friedman es un socio fundador de un estudio de abogados que tiene cerca de 300 profesionales y que en los últimos 35 años se ha especializado en litigios y bancarrotas.

Además es el presidente de la asociación Amigos Estadounidenses de la Yeshiva de Beit El, una escuela religiosa ubicada en una colonia en el territorio palestino ocupado de Cisjordania.

Beit El es una colonia israelí ubicada a pocos kilómetros al norte de Ramallah, la sede del gobierno palestino en Cisjordania, y su yeshiva (escuela religiosa) es considerada una institución ortodoxa y nacionalista.

A través de la asociación de Friedman, la millonaria familia del yerno de Trump, Jared Kushner, ha donado miles de dólares a esta escuela religiosa ubicada en tierras que la comunidad internacional considera ilegalmente apropiadas del futuro Estado palestino.

En un comunicado difundido por su equipo de transición, que se ocupa de preparar el gobierno para la asunción del próximo 20 de enero, Trump auguró que su ex abogado «mantendrá la relación especial entre nuestros dos países» como embajador en Israel, según la agencia de noticias EFE.

El magnate, además, pronosticó que «habrá una extraordinaria cooperación estratégica, tecnológica, militar y de inteligencia».