Los trabajadores que comenzaron a recibir al menos la mitad de sus salarios por medio del aporte del Estado ya suman 2,1 millones que se desempeñan en unas 180 mil empresas, según informó el gabinete económico tras una reunión en la Casa Rosada.

Los últimos datos oficiales muestran un alza veloz en la cantidad de empleados del sector privado registrado que cobrarán una parte de sus salarios a través del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) vía la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). A principios de esta semana, el gobierno informó que sumaban 1,3 millones, pero las sucesivas altas de nuevas firmas y los cambios en las condiciones de acceso al beneficio elevaron la cantidad de empresas autorizadas, que alcanzaron a unas 180 mil con 1,7 millones de asalariados en sus nóminas. Los nuevos cambios agregarán a casi 200 grandes firmas que emplean a unos 400 mil trabajadores.

Los funcionarios aseguraron que ya comenzó la liquidación de la parte de los salarios a cargo de Anses y que a medida que las empresas carguen los CBU de sus empleados se cancelarán los de la última tanda agregada. Según sus cálculos, en el caso de las pymes de hasta 25 empleados, ATP se hará cargo de hasta el 70% del salario neto de cada uno de ellos. Para una empresa grande, el porcentaje baja al 50%.

Participaron de la reunión en el Salón de los Científicos de la Casa Rosada, en la tarde del jueves, los ministros de Trabajo y Desarrollo Productivo, Claudio Moroni y Matías Kulfas, respectivamente, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó de Pont, el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, la vicejefa del Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, el viceministro de Economía, Haroldo Montagú, y el jefe de gabinete de esa cartera, Gonzalo Guiraldes.

En el encuentro resolvieron agregar al padrón de los beneficios del ATP a las empresas con más de 800 empleados, algo que estaba vedado hasta ahora. Al mismo tiempo, ampliaron el universo de sectores al agregar a las fábricas de productos alimenticios y elementos medicinales que por estar incorporadas en el segmento de “esenciales” no habían accedido al salario complementario. También se sumó a “todo el comercio”, se informó.

Asimismo, modificaron un criterio que había generado ruido entre los industriales: el de la facturación. Hasta ahora sólo podían acceder al salario complementario las empresas que mostraran entre el 12 de marzo y el 12 de abril pasado una facturación igual o menor a la del mismo período del año pasado. En la Unión Industrial aseguraban que ello era imposible en un país “con un 50 por ciento de inflación”. Ahora, la facturación de ese período de este año podrá ser superior en hasta un 5% respecto de la de 2019. “Equivale a una contracción real del 30% aproximadamente”, dijo una fuente oficial a Tiempo. Pero por este cambio se podrían agregar al ATP a unos 125 mil trabajadores cuyos salarios serán pagados en un 50% del neto por la Anses, según cálculos del Ministerio de Desarrollo Productivo.

Por último, los funcionarios definieron que todas las empresas que iniciaron actividades durante este año quedarán incluidas dentro del programa ATP; consideraron que presentan una “mayor vulnerabilidad” por tratarse de firmas embrionarias. En tanto que para las que fueron lanzadas con posterioridad a abril del año pasado, resolvieron que la facturación base para la comparación será la del bimestre noviembre-diciembre último.

Los grandes, también

Según un informe del Ministerio de Desarrollo Productivo, hasta el momento sumaban 660 los sectores “identificados como elegibles para ser beneficiados por al ATP” que “experimentaron un elevado nivel de afectación en sus ventas” producto de la cuarentena.

Sin embargo, los alcances de esta tarea se demostraron cortos ya que dentro de los sectores se viven situaciones disímiles e incluso los sectores esenciales también estarían viendo caer en picada su facturación en la comparación entre el 12 de marzo y el 12 de abril de 2020 y el mismo período de 2019.

En estos grupos se encuentran la industria del aluminio, la molienda de café y la elaboración de cerveza. En ramas como la producción de galletitas y bizcochos, de pastas alimentarias frescas o de quesos, más del 30% de las empresas sufrió caídas de su facturación superiores al 29% para la misma comparación temporal.

Respecto de la incorporación de empresas de gran porte, Desarrollo Productivo explicó que “las empresas de más de 800 empleados son más resilientes frente a coyunturas adversas. Sin embargo, ello no es impedimento alguno para que sean beneficiarias del Programa ATP: efectivamente, muchas de ellas evidencian caídas drásticas en su facturación, al desempeñarse en sectores que estuvieron virtualmente paralizados (como el automotriz, la siderurgia, las grandes tiendas de retail o las grandes cadenas de comida, por ejemplo). Por otra parte, la relación entre las empresas de mayor tamaño y el entramado PyME indica que el cuidado de las primeras beneficia a las segundas, muchas de las cuales son sus proveedoras”.

Estas empresas que emplean a más de 800 trabajadores suman, en principio, 450 que “se inscribieron en el programa. Sin embargo, esa cifra cae a 195 cuando se observa a aquellas cuya variación de facturación resulta inferior al 5% nominal (o -29,4% real). Estas 195 empresas emplean a 394.000 trabajadores. Vale tener en cuenta que ese sería un universo de máxima, ya que se están contando a todos los sectores (y no a los finalmente elegibles)”, indica el documento de Desarrollo Productivo.