En el borrador de estatuto que la FIFA le devolvió este lunes al Comité de Regularización, monitoreado por la Casa Rosada, hay dos puntos que sobresalen en comparación con el vigente en la AFA: la cantidad de integrantes de la Asamblea y el Comité Ejecutivo y la apertura a «toda persona jurídica que desee convertirse en miembro de la AFA», lo que, en términos concretos, le abre de par en par la puerta a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), el gran objetivo del gobierno para 2017.

En el punto 2 del artículo 10 del borrador, al que tuvo acceso Tiempo, se lee que «toda persona jurídica que desee convertirse en miembro de la AFA presentará una solicitud por escrito ante la secretaría general». El actual estatuto, en cambio, apunta que «son miembros y forman parte de la AFA» las instituciones que den «cumplimiento expreso a lo establecido en este Estatuto y en los reglamentos, y a las leyes vigentes de aplicación en Asociaciones Civiles».

Es, entonces, un avance más para la privatización del fútbol argentino, una vieja obsesión del presidente Mauricio Macri, a través de la doble tenaza: por un lado ahogar económicamente a los clubes con la deuda de los dineros de la televisión y, por el otro, entregarles la supuesta solución con la entrada de las sociedades anónimas. Hasta el 6 de febrero, ahora, los asambleístas podrán esgrimir sus reparos antes de que el Comité lo reenvíe a la FIFA. El martes 14 de febrero ya está convocada una Asamblea General Extraordinaria para tratar el estatuto modelo. Un mes después, en otra Asamblea, se deberá aprobar -o no- el estatuto propiamente dicho. La fecha tentativa para elegir al nuevo presidente es el 28 de abril.

«El gran dato que llama la atención después de una primera lectura es que nada impide que una empresa sea dueña de un club, y que deja abierta la posibilidad de que alguien tenga más de un club, ya que nada lo prohíbe», marca César Francis, abogado y vocal de San Lorenzo. El punto 3 del artículo 18 sólo explicita que «ninguna persona física o jurídica (incluidas las empresas matrices y filiales incluidas) controlará más de un club o agrupación si esto atenta contra el juego limpio en cualquier partido o competición».

Asamblea reducida

En las 37 páginas que contienen a los 85 artículos, la FIFA anotó 15 comentarios al margen. Los más destacados están vinculados a la Asamblea y el Comité Ejecutivo, en relación a la reducción de la cantidad de integrantes. La Asamblea pasaría de 75 a 46 delegados, y el Comité Ejecutivo de 44 a 15 representantes, lo que les quita representatividad a los clubes del Ascenso: pierden el quórum propio en la Asamblea, que podría hoy elegir un presidente sin los votos de los clubes de la Primera División. Como novedad, se incorporan delegados por fútbol femenino, futsal, fútbol playa, árbitros, entrenadores y jugadores.

«Otra cuestión es la drástica reducción del Comité Ejecutivo, que encima puede delegar funciones propias a terceros. No parece feliz porque potencia el presidencialismo. Y me parece una locura la inclusión de árbitros y jugadores, unos empleados de la AFA, otros empleados de los clubes. ¿Si hay una votación la AFA va a tener que arreglar con sectores gremiales?», se pregunta Francis, y cierra: «Además, sólo el presidente podrá nombrar al secretario general, que tendrá un contrato remunerado, y aparece una limitante para poder integrar el Comité Ejecutivo: haber ejercido como dirigente directo tres años de los últimos siete».

El estatuto actual