Ricardo Patiño fue canciller de Ecuador entre 2010 y 2016, durante el gobierno de Rafael Correa. Con Andrés Arauz, analizó la campaña para las elecciones presidenciales: “Tuvimos muchos obstáculos para poder participar. A Rafael (Correa) lo han condenado injustamente. Pero ahora contamos con Andrés (Arauz), un joven brillante, políglota, que tiene muchas ideas innovadoras”.

Patiño señaló que las “encuestas le dan un 40%” de intención de voto a Arauz y que su principal contrincante, el empresario Guillermo Lasso, “está estancado”. Con respecto a Yaku Pérez, candidato del partido Pachakutik, sostuvo: “Dice representar al movimiento indígena, pero lo representa mal, al punto de que fue muy crítico con Evo Morales y apoyó el golpe de Estado en su contra”. En tanto, advirtió sobre la decisión del Tribunal Contencioso Electoral de destituir a cuatro miembros del Consejo Electoral,  “se podrían suspender las elecciones”. Definió: “La derecha está asustada porque sabe que va a perder”.

Patiño además realizó una autocrítica sobre los diez años de gobierno del correísmo, que fue sucedido por Moreno, exaliado de Correa. “Nos faltó construir un poder ciudadano o popular que convierta a la ciudadanía en un sujeto histórico y no solo en beneficiarios de un buen gobierno. Nosotros hicimos un gobierno para la gente, en favor de la gente, pero no lo hicimos con la gente. No fue parte de la construcción de la política pública. Hicimos un buen gobierno, pero desde el poder público, desde arriba”.

También se refirió a la necesidad de construir “una alianza con los sectores productivos. Apoyamos y dimos incentivos a pequeños y grandes productores, pero no hicimos una expresa alianza política”.

Por otra parte, opinó que “hay una recuperación de la política progresista en América Latina” tras los triunfos de Alberto Fernández y Luis Arce. “La agenda del neoliberalismo es volver atrás. Por eso siento que hay una recuperación del pensamiento y de la política progresistas. Y pasarán cosas interesantes en Chile y en Perú”. Prometió que “en dos o tres años estaremos reconstruyendo la Unasur. Estoy seguro de que recuperaremos la integración sudamericana. Confío en eso. Es importante también tener un banco de desarrollo propio, no como el BID, que ha demostrado que era una fachada, que no estaba controlado por latinoamericanos”. Además, dijo que “vamos a fortalecer la Celac, ahora con la presencia de México”, país al que consideró «fundamental en este tiempo».

Asimismo, evaluó la marcha de la dolarización. “Salir de ella puede provocar un daño impensable. Este modelo económico ayuda a frenar la inflación y generar un nivel de confianza para inversiones”. Destacó “la estabilidad económica”, por lo que explicó que “sostendremos la dolarización”, aunque admitió que eso hace que “pierdas capacidad de manejo de la política monetaria y cambiaria”.

De todos modos, se mostró crítico con la gestión económica del gobierno de Moreno: “El neoliberalismo no tiene propuestas, está vacío, y donde quieren impulsar su programa, fracasa”. Agregó: “No es que el Covid-19 empobreció a Ecuador: ya veníamos viviendo una política de franco desempleo. Ha habido una duplicación de la pobreza, cuando nosotros la bajamos a la mitad. Pero la gente tiene la esperanza de que esto puede cambiar”, consignó.