“La agresión a la que era pasible (el policía Luis Chocobar) no era inminente, ya que de las imágenes captadas por el domo instalado en la esquina de Irala y Suárez se observa que al momento de recibir los disparos (Pablo Kukoc, el asaltante que terminó muerto) corría por esa última arteria, sin darse vuelta en ningún momento y se encontraba a varios metros de distancia del oficial”.  

El párrafo, extraído de la resolución del juez de Menores Enrique Velázquez, explica lo que hasta ahora no había quedado claro del caso que atrapó la atención de la agenda periodística: el ladrón que apuñaló a un turista estadounidense en el barrio porteño de La Boca en diciembre pasado resultó muerto por dos disparos que ingresaron a su cuerpo de atrás hacia adelante, cuando intentaba huir después de cometer aquel delito. 

El juez Velázquez, según documentación a la que accedió Tiempo, consideró que Chocobar repelió una “agresión ilegítima, utilizando un medio racional, de una manera irracional y desproporcionada”. Las cámaras de seguridad mostraron que el delincuente Kukoc quería huir y a diferencia de lo que declaró el policía en su indagatoria, en ningún momento intentó volver sobre sus pasos para atacarlo. 

En ese contexto, según el juez, “Chocobar no adoptó los recaudos que, incluso en esa situación, le eran exigibles para que su accionar resulte lo menos lesivo posible y, en consecuencia, ha ido más allá de contrarrestar el peligro creado por la agresión ilegítima”.

¿Qué fue lo que mató a Kukoc? Dos heridas de bala, una en la “región lumbar derecha, a seis centímetros de la cresta ilíaca” y la otra “en región posterior del muslo derecho”. La trayectoria de los proyectiles, en ambos casos, fue de atrás hacia adelante.

El fallo reconoce que el policía debía actuar. Eso no está en discusión. “No resulta cuestionada la existencia de una agresión ilegítima previa por parte del occiso, que habilitó la intervención de Chocobar”. Además, actuó correctamente al utilizar su arma porque “no contó con otros medios menos lesivos para impedir el accionar de Kukoc, agresión que fue rechazada de la única manera que pudo hacerlo atendiendo a las circunstancias de tiempo, lugar y modo del ataque”.

Entonces, ¿por qué fue procesado? En su declaración indagatoria, Chocobar dijo que mientras el asaltante que terminó muerto huía corriendo, al llegar a la esquina de Irala y Suárez “sobre Irala se dio vuelta como que quería volver contra nosotros y di dos o tres disparos al cielo, le grité que se tirara al piso y no lo hizo… siguió corriendo, le dije que se tirara al piso, a los siete u ocho metros se da vuelta haciendo ademanes de venirse y le disparo dos tiros y me tiro para atrás”. La filmación y el lugar de ingreso de las balas lo desmienten.

Tampoco es cierto que Chocobar le hubiera “salvado la vida” al turista estadounidense Frank Joseph Wolek. Cuando el policía llegó a la escena de la agresión contra el norteamericano, el asalto y las puñaladas ya se habían cometido y los agresores ya estaban huyendo, perseguidos por al menos tres vecinos del barrio de La Boca. 

En una filmación que está descripta en la página 690 del expediente se observa una secuencia en la que primero aparece el turista norteamericano corriendo herido por la avenida Suárez hacia Patricios, que a las 8.18.42 horas “cae sobre la cinta asfáltica de la Avenida Suárez y siete segundos después se observa que aparece en escena un hombre vestido con pantalón de jeans, remera celeste y con una mochila en su espalda, quien apunta al joven tendido en el suelo con lo que aparenta ser un arma de fuego”. 

Ese hombre es Chocobar. No sabía lo que pasaba, a tal punto que suponiendo que quien estaba tirado podía ser uno de los asaltantes, le apunta con su arma de fuego. En esas circunstancias llegó al lugar “un oficial uniformado de la Policía de la Ciudad, quien arribó al lugar empuñando su arma reglamentaria, y tomando distancia del hombre de remera celeste, quien luego de pocos segundos levanta su mano derecha como exhibiéndole algún elemento o credencial”. 

Fue allí cuando Chocobar se identificó como policía ante su colega y salió en persecución de Kukoc, a quien finalmente disparó y mató.