La defensa del detenido represor Jorge “Tigre” Acosta pidió el beneficio de la “libertad condicional” para su defendido, que cumple condena a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos en la última dictadura militar.

La solicitud fue planteada ante el Tribunal Oral Federal número 5, que lo juzgó por crímenes cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada, donde Acosta coordinaba el denominado grupo de tareas 3.3.2.

En su planteo, la defensa del “Tigre” Acosta pidió que el represor sea incorporado “al régimen de libertad condicional, a la luz de lo normado en el artículo 13 del Código Penal de la Nación”.

La norma esgrimida dispone que “el condenado a reclusión o prisión perpetua que hubiere cumplido treinta y cinco (35) años de condena, el condenado a reclusión o a prisión por más de tres (3) años que hubiere cumplido los dos tercios, y el condenado a reclusión o prisión, por tres (3) años o menos, que hubiere cumplido un (1) año de reclusión u ocho (8) meses de prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrán obtener la libertad por resolución judicial”.

El pedido, que trascendió de fuentes judiciales, fue realizado pocos días después de que el genocida volviera a cobrar notoriedad pública cuando recibió el repudio de empleados de ATE del Anses luego de que el represor acudiera a realizar un trámite, con permiso judicial, a la sede de la entidad ubicada en la avenida Córdoba al 1100, en pleno centro porteño.

Ese hecho ocurrió el 27 de agosto, cuando Jorge “Tigre” Acosta entró escoltado por dos policías y acompañado por familiares a la UDAI Centro del Anses con el fin de gestionar un préstamo.

“Desde la Junta Interna de ATE Anses queremos comunicar el repudio absoluto a la presencia en UDAI Centro del genocida Tigre Acosta, la cual ha dejado una consternación entre los y las laburantes de ese sector, así como en el conjunto en general”, indicó el gremio en un comunicado de prensa en el que dio cuenta de lo sucedido.

Quien fuera jefe del Grupo de Tareas 3.3.2 de la Esma, fue condenado a perpetua por su rol de líder del centro clandestino de detención de la Esma, por 82 hechos probados. A eso se sumó luego una condena a 30 años de prisión por su responsabilidad en el plan sistemático de robo de bebés, en tanto a fines de noviembre de 2017 recibió otra condena a prisión perpetua por los llamados “vuelos de la muerte”.

A esas causas se suma otra, actualmente en trámite, que del mismo modo que la que tuvo su veredicto en noviembre de 2017, tramita ante el Tribunal Oral Federal número 5, que fue el que lo habilitó a salir días atrás del penal para concurrir a una oficina del Anses y el que ahora deberá analizar el pedido de “libertad condicional” presentado por su defensa.