El impacto de la recesión en el consumo se hizo sentir este fin de semana largo con una importante caída del 5 por ciento en las ventas como denominador común en los 40 puntos turísticos más importantes del país, de acuerdo a datos que difundió la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came). 
La caída de las ventas se produjo pese a que la circulación de turistas se mantuvo en las 940 mil personas, el mismo nivel de 2015. La estadística marca, sin embargo, que los viajantes gastaron un total de  $1.734 millones de pesos, a razón de $615 pesos de gasto individual promedio. 
La Came destacó el resultado como “bueno” a pesar de “las mayores dificultades” económicas respecto del panorama que sirvió de marco el año pasado y de la inestabilidad del clima, que volvió a manifestarse con lluvias en buena parte del territorio. “La cantidad de viajeros fue similar al año pasado, por lo que fue un buen año, según lo que informaron las ciudades receptivas consultadas”, indicó la fuente mediante un comunicado de prensa.
Sin embargo, el dato hace juego con otras estadísticas de consumo que encienden la alarma de cara a las posibilidades de una recuperación de la economía en el corto plazo. 
Días atrás el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer sus informes de ventas en supermercados y shoppings con aumentos en la facturación del 29,7% y del 29,1% respectivamente que quedaron muy por debajo de los índices de inflación que considerando las mediciones públicas a nivel nacional y provincial y las privadas en general ronda el promedio del 40%. 
En otro aporte reciente para comprender el marco, el Instituto Estadístico de los Trabajadores informó que entre septiembre y octubre 241 rubros de 326 de la canasta (el 73,9% del total) registraron aumentos, un dato que coincidió con una pérdida del 6,6% del poder adquisitivo. El efecto se repitió este fin de semana en los centros turísticos: la afluencia de viajantes no pierde envergadura pero la cautela de los consumidores va en ascenso. 
La entidad destacó que pese que a viajó más gente que el año pasado “los comercios y prestadores de servicios vinculados al turismo de las localidades receptivas reportaron, en promedio, una caída de 5% en las ventas (medidas en cantidades) frente al mismo fin de semana del año pasado”. El retroceso de las operaciones “es bastante suave en relación a cómo vienen las ventas minoristas” moderó la fuente gracias a que “ayudaron las promociones lanzadas principalmente por las cabañas y hoteles”, según explicó.
Para la cámara priviada agregó que “más allá de las buenas expectativas, las familias fueron muy prudentes en sus decisiones de gastos. Por eso las ventas se mantuvieron en promedio 5% por debajo del mismo fin de semana del año pasado (medidas en cantidades)”. 
Como ejemplo de cambio respecto a años anteriores, la Came destacó que la modalidad del excursionismo viene ganando adeptos entre los viajeros que aprovechan los fines de semana largos. Ese tipo de turista en ascenso “van a pasar el día a ciudades cercanas (generalmente, no más de 150km), que también generan gastos y movilizan a las economías regionales. Se estima que entre traslado, comida y demás gastos cada excursionista desembolsó un promedio de $200, dependiendo la distancia y el motivo del viaje”, concluyó el ente empresario.

En los fines de semana largos de 2016 se desplazaron 8,4 millones de turistas a lo largo y ancho del mapa de atracciones del país. En total movilizaron directamente $15.269 millones en las economías regionales, informó la entidad empresaria.