El Fondo Monetario Internacional abrirá una oficina en Buenos Aires para monitorear el préstamo al gobierno por u$s57.000 millones y las duras condiciones económicas y fiscales impuestas por el organismo.

La sede estará por el momento en el Banco Central y será dirigida por el jamaiquino Trevor Alleyne. Su principal objetivo será controlar la meta de déficit fiscal cero con la que se comprometió el gobierno y las bandas de flotación del tipo de cambio.

Alleyne, con más de 20 años en el Fondo, llegará a Buenos Aires en noviembre. Su cargo será «resident representative», que es el vínculo entre el FMI y el equipo económico argentino, según explicó el portal Infobae.

En su última visita, los representantes del Fondo que estuvieron en la Argentina también se instalaron en el Banco Central, entonces dirigido por Luis Caputo. Tras su salida, quien le dará la bienvenida a  Alleyne será Guido Sandleris, un hombre de confianza del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que contó con el visto bueno del FMI para asumir el cargo.

El acuerdo de Argentina con el Fondo aún debe ser confirmado. En los últimos días, Dujovne compartió con Christine Lagard el encuentro anual que el organismo multilateral de crédito realiza en Indonesia.

Allí, el funcionario avanzó con la negociación del nuevo acuerdo, que antes de fin de mes sería confirmado por el directorio.