Para compensar la equiparación cambiara entre el turismo receptivo y emisivo derivada de la salida del cepo es que, ante el reclamo de los operadores turísticos locales, el gobierno dictaminó la devolución del IVA en establecimientos turísticos para los extranjeros como una forma de establecer una suerte de tipo de cambio diferenciado.

A la par, el presupuesto 2017 estableció un incremento del DNT (el impuesto que se carga sobre los pasajes al exterior que pagan los argentinos) desde un 5 a un 7%. El propósito fue, por un lado recuperar el dinero resignado por IVA (la recaudación adicional estimada en $ 800 millones iba a ser destinada al Tesoro Nacional aunque finalmente quedó para el ministerio de Turismo) y, por el otro, desalentar la salida de turistas argentinos al exterior. Como lo demuestran los números, no tuvo buenos resultados.

¿A dónde van los argentinos?

La creciente salida de turistas argentinos también muestra algunas alteraciones en favor de los destinos alejados como Estados Unidos y Europa. Según los datos de la Encuesta de Turismo Internacional de agosto, el principal destino de los argentinos que viajan en avión es Europa con un 24,3% seguido por Estados Unidos y Canadá con un 23,4%, resto de América con un 17% y por último Brasil con un 15,5%.

Este último destino, claro, recibe muchos turistas argentinos a través de los pasos terrestres que la ETI no registra.