Con ausencia de dos de los nombres más importantes de la política de los últimos años, los uruguayos votan hoy en elecciones internas para definir cuáles serán los candidatos presidenciales que disputarán el próximo gobierno en octubre. Unos comicios que no serán ajenos a un reciente episodio de seguridad que casi le cuesta al presidente Tabaré Vázquez un conflicto internacional con Italia y a una huelga que es síntoma del estancamiento económico.

Luego de 15 años de gobiernos del Frente Amplio, por primera vez el oficialismo enfrentará una elección sin sus figuras históricas como precandidatos. Ni el carismático exmandatario José Pepe Mujica (2010-2015), ni el dos veces presidente Tabaré Vázquez (2005-2010 y desde 2015) participan de la disputa.

Casi 2,7 millones de personas están habilitadas para sufragar en estas primarias, en una votación que no es obligatoria, aunque sí lo será en octubre. Los sondeos indican que el exintendente de Montevideo, Daniel Martínez, triunfará entre los cuatro precandidatos de la coalición progresista de gobierno. Las encuestas lo dan como favorito, con 40-47% de la intención de voto y 20 puntos por encima de la exministra de Industria Carolina Cosse, apoyada por Mujica.

Por el lado de la oposición, el senador Luis Lacalle Pou, de 45 años y del centroderechista Partido Nacional, es el amplio favorito de cinco postulantes a quedarse con la candidatura de su fuerza. Aparece cómodo por delante del millonario debutante en la política Juan Sartori, con diferencia del 45% de adhesión para el legislador y 30% para el empresario.

En el liberal Partido Colorado, la puja central es entre el dos veces presidente Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) y el economista Ernesto Talvi, con una ligera tendencia hacia el primero. Ambos les sacan mucha ventaja a los otros tres aspirantes.

La disputa interna se dará solamente entre estos tres partidos, los más importantes de Uruguay. El resto de un total de 15 fuerzas políticas registradas ante la Corte Electoral ya tiene a sus candidatos únicos elegidos, pero también se juegan su posibilidad de competir en octubre en base a los votos que obtengan.

El contexto al que se llega este domingo es de estancamiento de la economía, que se verifica en cierres de empresas, despidos y un creciente déficit que roza el 5% del PBI, la cifra más alta en décadas, a pesar de más de 15 años de crecimiento ininterrumpido desde 2003. A su vez, se advierte un crecimiento en el número de homicidios, llegando a 414 en 2018, un 45,8% más que el año anterior y un récord para este país. En ese marco, el martes se desarrolló una huelga general convocada por la central sindical PIT-CNT en protesta por el retiro de la brasileña Petrobras, contra una decisión de la OIT sobre la negociación salarial en el país y en reclamo de mayor empleo.

Entremedio, en la noche del domingo al lunes se fugó de una prisión de Montevideo el capo italiano Rocco Morabito, quien integrara la lista de los diez delincuentes más buscados del mundo, mientras aguardaba ser extraditado a Italia. La fuga generó un airado pedido de explicaciones del gobierno italiano a su par uruguayo, y multiplicó las críticas desde tiendas opositoras al cuestionado ministro del Interior, Eduardo Bonomi. Además motivó la renuncia del jefe del sistema carcelario uruguayo. «

CONTRA LAS FAKE NEWS

Los partidos políticos uruguayos se tomaron con seriedad la proliferación de noticias falsas («fake news») y se reunieron días atrás para analizar la denuncia del directorio del Partido Nacional (PN) por la existencia de una «campaña sucia» contra sus precandidatos. Las autoridades del PN, del Frente Amplio (FA), del Partido Colorado (PC), del Partido de la Gente, del Partido Independiente (PI) y de Unidad Popular (UP) reafirmaron su compromiso con el «Pacto ético» promovido por la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), que suscribieron en abril.