Carlos Tevez fue el vocero.  “Se paga, se juega”, dijo el capitán de Boca para confirmar que el fútbol argentino comenzará este fin de semana. Tevez lo dijo después de una reunión en la sede de Agremiados, el sindicato de jugadores,  junto a otros referentes.  “Se pudo hablar con los muchachos. Y la verdad es que se llegó a un acuerdo de que vamos a jugador el fin de semana”,  contó el Apache a la salida del encuentro. El fútbol empieza, pero los problemas no terminan.

“La oferta que hizo Agremiados para los muchachos es buena y dentro de esta semana se paga una parte y a fin de mes, la otra. Vinimos a respaldar a los pibes. Lo que se prometió está muy bien, levantaron todos la mano y se juega. Se cobra toda la deuda”,  aseguró Tevez.

La situación, por el momento, se encausó. Y el arranque del fútbol será una manera de calmar las aguas. Pero los problemas no terminan. Aunque el propio Tevez lo negó, hubo reproches a Marchi por parte de los capitanes. El clima se puso tenso en Agremiados. Y hubo quienes le pidieron la renuncia al secretario general del sindicato por no haber actuado antes en el conflicto. Por estas recriminaciones, desde hace días se especula con una posible salida de Marchi del gremio.

Mientras eso sucedía, el Ascenso se mostraba unido en un plenario que se llevó a cabo en la sede de AFA. La puja por el reparto del dinero avivó el fuego entre los dirigentes.  “El Ascenso va jugar”,  confirmó Claudio “Chiqui”  Tapia, presidente de Barracas Central, después de haber cerrado el acuerdo con la Comisión Regularizadora que conduce Armando Pérez. Pero lo de ayer se vio como una muestra de fortaleza por parte de las categorías más chicas.

Pero todavía falta. “A medida de que se demuestren las intenciones, se irá fortalenciendo la confianza”,  aseguró Tapia. La plata apareció. El Gobierno, finalmente, accedió a poner más dinero para los clubes de las categorías más chicas. Pero todo pende de un hilo. Nada indica que se trate de un conflicto terminado.