Fernando Hugo Azcurra es economista jubilado de la Universidad de Luján y la UBA, autor de una veintena de libros sobre economía teórica. Su obra más reciente es una guía para reeler a Marx, El Capital Libro II, pero el libro más ponderado y reconocido de todos los que escribió es Abolición del Trabajo Asalariado (en coautoría con la economista venezolana Luciana Madrid, que fuera editado en 2016). Por otra parte, resultó invitado en varias ocasiones por el Banco Central y la Escuela de Planificación de Venezuela, por lo que conoce a la perfección la realidad económica de la nación bolivariana.

–¿Qué causas internacionales ve en el colapso económico venezolano?

–Gobierno y pueblo venezolanos están siendo agredidos por la burguesía yanqui y la Unión Europea. Esto es claramente criminal. Bloqueos comerciales, asfixia bancaria-financiera, incautación de activos externos, sanciones a empresas que comercien con Venezuela, hiperinflación inducida por maniobras delictivas desde Miami, injerencia político-institucional, todo para quebrar al gobierno de Maduro. Lo desconcertante es que este comportamiento es vil y terrorista. Todas esas ofensivas han sido derrotadas. La economía y el pueblo venezolanos no han colapsado, a pesar de eso.

–¿Qué medidas de macroeconomía le recomendaría usted ahora al gobierno de Nicolás Maduro?

–El gobierno de Nicolás Maduro, el PSUV y las FANB, ya abandonaron la idea de una sociedad socialista como lo propuso el comandante Hugo Chávez. Las orientaciones actuales de sus amigos-socios de Rusia y China buscan hacer reformas procapitalistas junto con empresarios locales para «morigerar» el desastre producido por la agresión de EE UU. La belicosidad de los capitalistas significa que la burguesía no acepta ninguna «reforma» favorable a los trabajadores. Entonces, recomendarles algo pierde sentido. No le serviría de nada a un gobierno que cambió de rumbo: ya no quiere una economía y sociedad socialistas.

Esta cuestión es lo que, precisamente, Azcurra encaró en su trabajo Guía de Marx. El Capital Libro II. Fundamentalmente se ocupa de los problemas del proceso de producción-reproducción global del capital, cuyos dos temas críticos son, por un lado, el problema de la realización (la demanda efectiva global de la sociedad), esto es el desequilibrio entre oferta y demanda; y, por el otro,  la inevitable aparición de desempleo, pobreza y crisis que genera.

–¿Cuál es su valor teórico y cuál en el balance del socialismo del siglo XX?

–El texto es de muy reciente publicación. Se puede asegurar  que en esa investigación se expone un problema descuidado por el movimiento comunista internacional y por los intelectuales de izquierda, en más de un siglo de debates, estudios, ensayos, etcétera. Un tema que no está siquiera en las respectivas Constituciones de los países llamados socialistas: la necesaria supresión del trabajo asalariado que es la base de la sociedad burguesa capitalista. Sin esta medida no puede haber (nunca hubo) socialismo y mucho menos comunismo.

–¿Cuál es su visión del actual gobierno argentino desde la economía y la política?

–La Casa Rosada fue copada por asaltantes, saqueadores y rufianes sin escrúpulos. Mauricio Macri es el jefe local de la N’Dragheta calabresa con antecedentes familiares desde inicios del siglo pasado. Emigraron a Argentina al final de la Segunda Guerra Mundial para evitar sanciones por sus vinculaciones con el fascismo. Estos delincuentes pertenecen a la alta clase delictiva argentina (coimeros, corruptos, evasores –cuentas offshore–, adjudicatarios de licitaciones directas, estafadores de la banca pública, etcétera). No tienen comprensión sensata del país, su estado, sus necesidades, sus trabajadores… Lo que han hecho (o más bien des-hecho) con el endeudamiento masivo, entregando la política económica nacional al FMI, una entidad de los holdings financieros mundiales. En el gobierno argentino tienen completa ignorancia de política monetaria y muestran lo que han creado: un Estado de cleptócratas. «