Dubravka Šimonović, relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre violencia contra la mujer, en la sede de la institución, Junín 1940, en el barrio porteño de Recoleta. Es la primera vez que la funcionaria visita el país y estuvo en algunas de nuestras provincias. A la largo de su relato dejó al descubierto el machismo del Poder Judicial para con estos delitos y lo perverso de la sociedad patriarcal. Examinó las leyes y su aplicación para prevenir los femicidios.

“La violencia contra la mujer se encuentra relajada en las desigualdades y la discriminación, por lo que su prevención y erradicación debe basarse en la igualdad de género. También en el emprendimiento de la mujer en la protección y persecución de hechos de esta naturaleza en forma holística. Se tiene que dar en todo el país, en cada una de las provincias: es lo que no sucede en la actualidad”, explicó Šimonović.

Durante su estadía que se prolongó desde el 14 hasta hoy,  mantuvo reuniones en Buenos Aires, Corrientes y Tucumán. Contó que allí estuvo con mujeres y niñas que le contaron sus historias personales: son problemas que sufren de un modo sistemático y generalizado. “El gobierno ahora deberá intensificar su accionar para prevenir y combatir los femicidios así como otras formas de violencia de género para asegurar los derechos de cada mujer y niña a vivir libre de todo tipo de opresión”, aseveró Šimonović.

El machismo del Poder Judicial se expresa, según la relatora, en este caso, a través de Código Procesal Penal Federal que establece que el procesamiento de delitos sexuales no sea conducido de oficio. “Este tipo de regulación envía un mensaje equivocado que nos lleva a pensar que las violaciones y la violencia sexual son un asunto privado y no público. También estoy preocupada porque la definición de estos delitos no se basa en la falta de consentimiento sino que se relaciona con el uso de la fuerza; la cual incumple con estándares internacionalmente reconocidos”.

“En la mayor parte de Argentina existen actitudes patriarcales y estereotipos de género arraigados, así como la cultura del machismo. Existe una tolerancia de la violencia contra la mujer que afecta a la aplicación de leyes y la forma de protección. Apoyo la recomendación del Consejo Nacional de Mujeres (CEDAW), en cuanto la adopción de parte del Estado de una estrategia integral dirigida a mujeres, hombres, niñas y niños para superar la cultura del machismo y la discriminación con los roles y responsabilidades de ambos géneros en el seno de la familia y la sociedad” concluyó Šimonović.

En junio de 2017, la relatora presentará al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, un informe que contendrá sus conclusiones finales y recomendaciones. Su análisis permite ver que la violencia contra la mujer es mundial e histórica.