El gobierno otorgó subsidios a grandes empresas por 519 millones de pesos en 2017. Las beneficiarias fueron 462 empresas que acreditaron una demanda de potencia energética de 300 kW o más, entre otros requisitos.

Se trata de un subsidio energético a empresas caracterizadas como electrointensivas. Son grandes usuarios industriales de sectores como el textil, maderero, papelero, químico, vidriero, y otros cuya actividad requiere de una gran demanda de energía eléctrica. Las pymes de estos sectores, por su parte, reclaman ingresar al beneficio.

«Para 2018, no hay datos preliminares concretos debido a que la ejecución dependerá de la cantidad de nuevos inscriptos, del consumo que haya en el año y de las condiciones vigentes», explicaron a Tiempo desde el Ministerio de Producción. Si bien la duración del subsidio es hasta el último día de 2019, desde el 31 de enero de este año esa cartera, que dirige Francisco Cabrera, tiene la facultad de modificar los requisitos. Es decir, la lista de empresas beneficiarias se renovará.

El subsidio tiene como detonante la enorme suba de tarifas eléctricas de los últimos dos años. Las grandes empresas forjaron una pulseada con el gobierno y obtuvieron el beneficio. En el caso de las ultra-electrointensivas (tres empresas gigantes que consumen 5 kW/h por kilo producido), hubo un litigio legal cuya negociación derivó en la propia creación del subsidio.

Sin embargo, las pymes no corrieron con la misma suerte. Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentina (IPA), relató a Tiempo la situación de este sector. «Es desesperante. El primer problema son los aumentos; además de las subas, la tarifa está dolarizada y si se devalúa el dólar aumenta más la tarifa. El segundo problema es el pésimo servicio. Tenemos cortes y caídas de tensión casi todos los días, en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.» Según Rosato, el servicio deficitario «nos trae grandes perjuicios, ya que no sólo pone en riesgo nuestras máquinas, sino que también nos hace perder mucha mercadería que está en proceso».

El sector pyme es uno de los más castigados por la política tarifaria del gobierno. A esto, se le suma la baja del consumo a nivel general. «No podemos trasladar los aumentos a los precios porque el mercado está ofertado; no hay demanda», explicó Rosato. Para equilibrar la balanza, las pymes comenzaron a despedir empleados. «En la zona sur, hay más de 200 empresas que tuvieron que achicarse. Nadie quiere despedir, pero la estructura de costos está desfasada por completo. Por eso, pedimos que no se nos discrimine y que se nos integre a este subsidio», reclamó.

Los subsidios son escalonados. Por los primeros 4500 MW/h consumidos, las empresas obtienen un descuento del 20%; entre 4500 y 9000 MW/h, el 10%; de allí hasta 15 mil MW/h, el 5 por ciento.

Según la resolución oficial, el subsidio se otorga porque la política tarifaria «ha generado impactos en determinados usuarios del sector productivo que ameritan ser considerados en particular, en virtud de tratarse de usuarios con alto nivel de consumo energético que evidencian notorias dificultades para adaptar inmediatamente su estructura de costos a los nuevos valores del suministro eléctrico». La misma lógica podría aplicarse a las pymes, pero por el momento el gobierno no lo ve de esta forma.

Rosato contó que en la última semana hubo una reunión entre representantes del sector y de Producción. «Prometieron evaluar el tema y convocar a nuevas reuniones», finalizó. «

Gas: piden subas de hasta el 43%

Tal como está establecido desde el inicio del impulso del gobierno a las tarifas de la energía, en abril se verá el primer aumento del año en la factura correspondiente al gas domiciliario. Las distribuidoras del área metropolitana de Buenos Aires pedirán un aumento de entre el 33 y el 43 por ciento.

En diciembre último, estas tarifas subieron en un 45%, por lo cual la mediana de las tarifas se ubicó en alrededor de los 900 pesos. Con la nueva suba (para este sector sería del 33%), el valor de la boleta rondaría los 1200 pesos.

Esta semana será la audiencia pública en la cual Metrogas y Gas Natural Fenosa pedirán estos ajustes. En tanto, se discutirá también el valor del gas en boca de pozo, que sufrirá un nuevo aumento el cual se verá reflejado también en la boleta. Este precio significa un tercio de la factura.

Para amortiguar el impacto en los meses de mayor frío (y de mayor consumo) se pondrá sobre la mesa la posibilidad de una tarifa plana, que no varíe mucho entre una estación y otra. De esta forma, se pagaría más de lo que corresponde en verano, para luego compensar en invierno.

El Ministerio de Energía expondrá una posición en torno a estos temas en la audiencia pública, a celebrarse entre el 20 y el 22 del corriente.