Luego de una primera reunión en la que los sindicatos estatales rechazaron una propuesta de actualización salarial del 15% en cuotas, las partes se volvieron a reunir el martes. Allí, curiosamente el gobierno ofreció un incremento del 7% hasta diciembre para reabrir en ese momento una nueva negociación.

El gremio mayoritario, la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), liderada por quien a su vez es el secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, suscribió el acuerdo en nombre de que la paritaria continúe abierta. Sin embargo, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se negó a firmar un acuerdo que valoró como «inaceptable» y anunció medidas para la semana próxima.

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Un sector de ese sindicato, como las juntas internas del Ministerio de Economía, Trabajo, INDEC, INTI, SENASA y otras, además, se movilizó al Ministerio de Trabajo reclamando no solo otro monto de incremento salarial sino también una recomposición de la paritaria 2019/2020 que quedó inconclusa.

Es que a partir de sus propios cálculos, la junta interna de ATE INDEC aseguró que no pueden «renunciar a un aumento acorde a la pauta que el mismo gobierno estima para el 2020 de entre el 38% y 54% de inflación”. Caso contrario, aseguran, sufrirán “un recorte salarial por parte del gobierno del Alberto Fernández”.

Según las estimaciones de la misma Junta Interna, la pérdida del poder adquisitivo del salario de los empleados públicos nacionales para una categoría SINEP D “0”, desde noviembre 2015 a agosto 2020, llega a “al menos, $510.302, cifra a la que no podemos ni queremos renunciar a reclamar» y que significa un retroceso del salario real de un 35,8%. Pero además, pusieron de manifiesto que, en el caso de los monotributistas, “han perdido el equivalente a 7,66 sueldos”.

La paritaria de los empleados públicos se discute a días del comienzo de las negociaciones con el FMI que, como ya es tradición, reclamará un ajuste fiscal al Estado.