El gobierno refuerza mecanismos que agilicen las “derivaciones” de pacientes con coronavirus, mejoren la “articulación” entre el sector público y privado y garanticen una distribución “equitativa” de insumos, como por ejemplo, los respiradores para pacientes graves, ante el “riesgo de desborde” del sistema de salud en el AMBA.

“La Argentina está viviendo el peor momento de la pandemia iniciada el 3 de marzo del año pasado”, afirmó la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien intercambió información sobre la situación sanitaria del país con sus pares de las provincias y los miembros de la mesa del AMBA, en el marco de una reunión virtual del Consejo Federal de Salud.


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Vizzotti pidió “priorizar la salud por sobre la política” y “jerarquizar el riesgo colectivo”, aun cuando el sistema de salud fue “fortalecido” desde el inicio de la pandemia y ya fueron vacunados los trabajadores del área.

“Tenemos un aumento del número de casos que pone en riesgo el desborde del sistema de salud y tenemos circulación de variantes de preocupación que aumentan la transmisibilidad y la letalidad”, explicó la ministra, que defendió las medidas adoptadas por el Gobierno, con visión “federal” para frenar los contagios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

También, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, mantuvo un encuentro con dirigentes de la medicina prepaga y de las obras sociales, en el que todos coincidieron sobre la situación “crítica” que se atraviesa en el AMBA y evaluaron que “serán muy duras las próximas tres o cuatro semanas”.

Los representantes de la salud privada pidieron, incluso, “dejar el pensamiento político de lado” y “poder transmitir un discurso único, para que la sociedad comprenda la gravedad de lo que se está viviendo”.

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“Cuando el virus crece no hay sistema de salud que aguante. Por eso hay que bajar los contagios. Debemos evitar el desborde tomando medidas dolorosas porque a nadie le gusta limitarle a los ciudadanos lo que disfruta, pero estamos en una pandemia”, afirmó Kicillof tras el encuentro, que se desarrolló en la Casa de la provincia de Buenos Aires, en el centro porteño.

Los casos de coronavirus en la provincia de Buenos Aires ascendieron a 1.187.837 tras confirmarse 14.665 nuevos contagios en las últimas 24 horas y la ocupación de camas de terapia intensiva en el AMBA es del 73,7% y del 50,9% en el interior del distrito.

Con este panorama, el gobernador aclaró que si bien el sistema está “saturado”, pero no todavía “colapsado”, la reunión tuvo por objetivo resolver la “dificultad” que enfrentan pacientes «para encontrar camas» de internación y conocer de primera mano cuál es la realidad de los centros manejados por las prepagas y por las obras sociales en el área metropolitana.

Participaron del encuentro los presidentes de OSDE, Luis Fontana; de Galeno, Julio Fraomeni; de MEDIFE, Jorge Priva; de Swissmedical, Claudio Belcoppit; de OMINT, Juan Carlos Villa Larroudet; y Mario Lugones, del Sanatorio Güemes.

“El sistema de salud está en una situación crítica. Tratemos de dejar el pensamiento político de lado las próximas 3 o 4 semanas, que serán muy duras, y poder transmitir un discurso único, para que la sociedad comprenda la gravedad de lo que estamos viviendo”, remarcó por su parte Belocoppit a la salida del encuentro.

Con igual preocupación, el médico Luis Cámera, integrante del comité de expertos que asesora al Gobierno, pronosticó hoy que si no bajan los contagios por coronavirus el sistema sanitario “va a colapsar” y advirtió que en las últimas tres semanas la ocupación de camas de terapia intensiva sumó entre “800 y 900” pacientes.

En diálogo con radio La Red, Cámera aseguró que, en el “mes de mayo, los directores de hospitales van a tener que hacer malabares con el manejo de las camas”.

En este escenario, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, tuvo que salir hoy a aclarar que el Sistema de Gestión de Camas (Sigec) es una herramienta “esencial” con la que la provincia desde hace un año obtiene información sobre la ocupación diaria de camas y, de esa manera, puede “gestionar con eficiencia las derivaciones”.

“Algunos medios salieron a instalar de manera falsa una interpretación mal intencionada sobre la resolución que emitimos desde la cartera de Salud, donde se les pide a todos los efectores del sector público, privado y de la seguridad social, que informen la ocupación de camas”, explicó el funcionario provincial.

A través de la resolución 1297, el Gobierno bonaerense implementó un sistema de gestión de camas para que todos los hospitales públicos y privados de la provincia realicen hasta cuatro actualizaciones diarias sobre las plazas disponibles, con información y seguimiento del paciente, traspasos y la habilitación de camas “supernumerarias”, en el marco de la emergencia sanitaria por la segunda ola de coronavirus.

En ese sistema también se pide que figure la administración de respiradores disponibles en stock, junto al ingreso y egreso de cada paciente en los servicios habilitados, y se indica la suspensión y reprogramación de toda cirugía que pueda ser postergada y que, a criterio médico no revista urgencia.

La capacidad de respuesta del sistema público y privado de salud durante las próximas semanas es la preocupación común de las autoridades sanitarias y de los gestores de clínicas y hospitales, a partir del crecimiento “exponencial” del número de contagios en el AMBA, como alertó Vizzoti, en conferencia de prensa en la Casa de Gobierno.

“El Estado siempre va a dar respuesta a cada jurisdicción que lo necesite y se precisa que cada medida se implemente para minimizar la transmisión”, agregó.

En tanto, en Capital Federal se registraron 3.116 nuevos casos de coronavirus y 39 decesos en las últimas 24 horas y, con esos datos, se elevó a 311.556 el número de contagiados y a 7.677, el de fallecidos, desde la llegada de la pandemia al distrito.

En tanto, la ocupación de camas de terapia intensiva en el sector público era hoy del 67,3%, informó el Ministerio de Salud porteño, que no proveyó datos sobre el sector privado.

Ayer, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, admitió que la Ciudad le prestó a clínicas y sanatorios privados 50 respiradores que la administración pública local tenía de reserva y que luego le pidió a la Nación que se los repusiera para hacer frente al incremento de internaciones en unidades de terapia intensiva de pacientes con coronavirus.