El oficialismo ya trabaja en el paquete de reformas que enviará al Congreso antes de fin de año. 

La prioridad será la reforma electoral. Intentará además avanzar con modificaciones en la ley tributaria, en el régimen fiscal y en el ámbito previsional. La reforma laboral no está en la agenda del Congreso. Tal como lo vienen sosteniendo en la Casa Rosada, el gobierno continuará con su estrategia de negociar sector por sector y aplicar cambios progresivos. 

Cambiemos trabaja sobre la certeza de que, más allá de lo marque el escrutinio definitivo en la provincia de Buenos Aires, el resultado de las elecciones de octubre le dará el espaldarazo que necesita para avanzar con las reformas que cree necesarias y despejar las dudas que puedan tener los inversores extranjeros. 

En ese marco la batería que prepara Cambiemos incluye las reformas tributaria, fiscal y previsional. Esto sería acompañado por modificaciones en el ámbito laboral que, en principio, no pasarán por el Congreso sino que se dará en la negociación sector por sector. Sobre este último punto uno de los sindicalistas que tiene más diálogo con el gobierno le aseguró a Tiempo que «El oficialismo va a buscar que los trabajadores queden fuera de los estatutos o en el peor de los casos ir modificando algunos puntos de cada uno. No van a ir por una ley que modifique el marco y deje en pie los estatutos como están.» 

Además, el gobierno que ya piensa en 2019, enviará al Congreso una reforma de la ley electoral. La discusión se volverá a dar sobre la modalidad de las elecciones y, en este caso, se incorporarán las modificaciones del financiamiento de la campaña electoral. Desde el oficialismo aseguran que se trata de una «cuenta pendiente» y que avanzarán en base al escándalo que rodeó el recuento provisorio en las PASO. 

El ambicioso paquete en el que trabaja el oficialismo se completará con cambios en la ley de Ética Pública, en los organismos de control y en el Poder Judicial. 

 Ante este escenario ya delineado por el Poder Ejecutivo, los encargados de garantizar los votos para aprobar las leyes en el Senado advierten que «la intención es que los proyectos ya lleguen consensuados con los sectores y, a su vez, con apoyo de legisladores opositores». En ese contexto, el trabajo del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, seguirá siendo clave, ya que el quórum propio continúa lejos de ser una realidad para Cambiemos. 

Si bien la relación de fuerzas que traerá el recambio legislativo aún no está definida, el oficialismo comienza a delinear el nuevo escenario. En ese marco advierten el debilitamiento de Sergio Massa como algo positivo, ya que intuyen que el espacio liderado por el exintendente de Tigre seguirá acompañando pero ahora ya sin fuerzas para imponer condiciones. El principal interrogante aparece en la Cámara Alta. «Hasta con (Miguel) Pichetto pudimos trabajar muy bien. Veremos cómo queda conformada la oposición en el Senado», explican desde el PRO. Más allá de cómo quede diseñado el mapa legislativo, la apuesta de Cambiemos tanto para la reforma fiscal como la tributaria son los gobernadores. Con ellos se abrirá la negociación. 

Desde el oficialismo aseguran que la reforma previsional será un capítulo aparte. La intención en este caso es establecer distintas comisiones que comiencen a abordar el tema para generar los consensos necesarios y evitar costos políticos. «


Paquete de leyes

Ley electoral: La discusión se dará sobre la modalidad de las elecciones y, en este caso, se incorporarán las modificaciones del financiamiento de la campaña. 

Reforma Previsional: Para evitar pagar un alto costo político, someterá el proyecto a debate en comisiones en busca de consenos. 

Otros proyectos: El paquete de reformas del oficialismo incluye modificaciones a la ley tributaria, fiscal, de ética pública, de organismos de control y cambios en el Poder Judicial.